Tres semanas han pasado desde que el CAI Zaragoza luciera segundo en la clasificación tras ganar sus dos primeros partidos con muy buenas sensaciones. Ahora el equipo rojillo se ubica decimoprimero, en tierra de nadie y con las mismas dudas acerca del plantel que parecieron esfumarse después de vencer en la segunda jornada al CB Canarias.

Más allá de las tres derrotas consecutivas, lo preocupante es que las sensaciones y la rotundidad de estas han ido en aumento conforme se han ido desarrollando. El equipo que funcionó tan bien en su debut contra Baskonia parece haberse olvidado de hacerlo (al menos durante las segundas partes), y si el porcentaje de tiro encima no acompaña, aún peor.

La lesión de un Aguilar que espera reaparecer este domingo ha desnudado la inconsistencia de un juego interior mal configurado desde que Villar cerrara el capítulo del “cinco dominante”. Joseph Jones ha dado muestras de su calidad en partidos como contra Valencia (14 pts 4 rebotes y 15 de valoración) pero se muestra como un oso de peluche en defensa y más aún cuando iba  a ser el hombre que iba a aportar intimidación. El CAI continúa siendo el último equipo de la Liga Endesa en tapones y está a la cola en rebotes totales, defensivos y ofensivos.

Enfrente de este panorama estará este domingo el Blusens Monbus, equipo que ha estado liderado en estas cinco jornadas por Levon Kendall, segundo jugador más valorado de la ACB promediando la friolera de 16,2 puntos por partido. Pero el ex de Pittsburgh es solo la cabeza del batallón de un equipo en el que también está Alberto Corbacho, mejor triplista de la competición con un 49% de acierto.

Precisamente el triple, la mayor arma del CAI durante el curso pasado, se ha vuelto en su contra durante estas tres últimas derrotas. De un 45% durante las dos primeras jornadas, los de Abós han pasado a promediar un paupérrimo 24,6% en las tres derrotas que lleva (el máximo en estos partidos es un 38% - Valencia y el mínimo, el 17% contra el Barça).

La mala racha del triple está provocando que el CAI se atore en ataque. El conjunto maño es el primero en la competición en pérdidas con una media de 12,60, y todos estos malos ingredientes ofensivos se tendrán que medir a la defensa del Obradoiro, el cual es el tercer equipo que menos puntos encaja.

Todos estos datos muestran que el CAI tiene un claro problema en ataque y que va más allá de Aguilar. Jugadores como Rudez o Toppert no han dado ese paso al frente ante la falta del nazarí y José Luis Abós no ha conseguido mantener un ritmo constante de anotación y juego durante un partido completo. Salvar situaciones como estas y encontrar un aval ofensivo que vaya más allá del triple resultará fundamental para conocer el futuro del CAI durante este año.

Es el momento de conocer si el equipo maño va a construir un camino hacia la lucha por playoffs y Copa o va a luchar en la mediocridad. Es el momento de hacer buenas las dos victorias de arranque e igualar el balance ante un equipo en ascenso como el Obra, pero que no debería tener un nivel mucho más elevado al rojillo.