Ambos equipos llegaban a un Pabellón Príncipe Felipe repleto con el objetivo de aumentar sus opciones de cara a la Copa. Dos de las mejores defensas de la liga (segundo y tercero) frente a frente. Aguilar volvía a figurar como baja en el quinteto maño, mientras que Repesa planteaba un quinteto con Williams, Dragic, Urtasun, Vázquez y Zoric.

El partido comenzaría con una predisposición contraria por parte de los dos equipos. Un CAI Zaragoza que movía el balón para encontrar en Norel a su mayor referente con ocho puntos en el primer cuarto, mientras que Unicaja reposaba en el juego exterior todas sus opciones en ataque.

La ventaja inicial del cuadro maño tras el primer periodo (22-17) se vendría abajo después de un buen parcial de los de Repesa, que liderados por Simon y Gist daban la vuelta al marcador. Solo el acierto de Stefansson desde la línea de tres mantenía en liza al conjunto rojillo. Al final de la primera parte, la señalización de dos faltas muy protestadas por el público del Príncipe daban a Unicaja la posibilidad de ponerse por encima al descanso (34-35). El desacierto en el triple -4 de 12 para los locales y 2 de 12- durante el segundo cuarto frenaba un partido que estaba siendo tremendamente dinámico.

La reaparición de Toppert

Sin embargo esta corriente parecería revertirse a la vuelta de vestuarios, cuando un triple de Sam Van Rossom reabría el marcador (37-35). El CAI comenzaba la segunda mitad con más fuelle, y dos triples de Rudez y Toppert junto con un dos más uno de Michael Roll daba la primera ventaja importante a los locales (50-44). El CAI corría a su gusto, con fuerza y lucha debajo de los aros dejando a los pívots malagueños reducidos al mínimo, solo Marcus Williams parecía oponerse a la ruptura del partido, que se acercaba cada vez más cuando un nuevo triple del reaparecido Toppert hacía vibrar al pabellón al tiempo que dejaba al CAI nueve arriba (53-44). La inercia desde la línea de 6,75 continuaría al mismo tiempo que las faltas paraban el ritmo del encuentro hasta congelar la ventaja caísta de cara al último cuarto.

Un tercer cuarto fenomenal, con 26 puntos y cinco triples dejaban la victoria muy de cara para el conjunto maño (60-51).

Victoria pletórica

Los derroteros iniciales del cuarto periodo cambiaron el rumbo del partido. La altura de Kosta Perovic parecía por fin poner algo de lógica física entre el juego interior de ambos equipos. El CAI se estresaba, y tras fallar dos tiros sencillos Rudez y Norel devolvían la cordura a los de Abós a seis minutos del final (65-59).

Pero el Unicaja volvía a acercarse. Gist ponía a los malagueños a cinco, pero ahí volvía a aparecer el hombre de los momentos difíciles. Pedro Llompart anotaba un triple al tiempo que pedía más ruido al público maño. Tocaba sufrir ante uno de los 16 mejores equipos de Europa.

Pero el CAI Zaragoza se está acostumbrando a ganar, y cuando más tocaba apretar nuevamente Henk Norel y Sam Van Rossom ponían una diferencia de doce en el marcador a falta únicamente de dos minutos (76-64).

Los últimos instantes del partido solo servirían para divertir más al público del Principe, que veía como su equipo doblegaba en todos los aspectos del juego a uno de los equipos fuertes de la Liga Endesa. Norel dio el susto de la tarde con un golpe en el hombro, retirándose vitoreado. Sin embargo, el susto no fue nada cuando el pabellón se vació bajo un marcador iluminado con el 82-64 final.

El partidazo de Norel (21 puntos y 8 rebotes) y la reaparición de Toppert (12 puntos y 3 de 5 en triples) dieron un nuevo partido al CAI, que duerme segundo en la clasificación con ocho victorias y cuatro derrotas. Méritos absolutos de los maños, que dejaron al Unicaja diez puntos por debajo de su media anotadora y recibiendo diez puntos más de los que encaja de media. Buenos tiempos por Zaragoza, que cada vez tiene más cerca la Copa. Próximo objetivo, Lagun Aro.

Foto: ACB.com