Oklahoma no entiende de ‘back to back’. En dos noches han derrotado a sus rivales directos por el liderato de la competida Conferencia Oeste, los Portland Trail Blazers y los San Antonio Spurs, lo cual ha llevado a los pupilos de Scott Brooks a colocarse en lo más alto de la clasificación. San Antonio Spurs se presentaba en el encuentro mermado por las bajas de hombres importantes como Tiago Splitter y Danny Green, a los que se unió durante el trascurso del partido Kawhi Leonard, que sufrió una fractura en uno de sus dedos a pocos instantes del descanso. Sin la presencia del jugador más físico de los Spurs y líder de la defensa en el perímetro todo ha sido más fácil para OKC en la segunda parte. Aun así, a pesar de las bajas, San Antonio como siempre ha sabido competir y ha luchado hasta el último instante contra uno de los mejores conjuntos de la NBA y contra el jugador más en forma en la liga: Kevin Durant.

El partido comenzó con un parcial inicial para Oklahoma de 6-0. Durant en los primeros instantes cedió protagonismo a sus compañeros con el fin de involucrarlos en el ritmo del partido, por lo que no amasó la bola como es costumbre en el KD-system de Scott Brooks. Serge Ibaka jugaba al ‘pick and pop’ (bloqueo y lanzamiento) con un Reggie Jackson inspirado en los primeros minutos, asistiendo y anotando incluso desde la línea de tres. Ibaka continúa con su alergia a jugar a la pintura, apenas dejándose ver pese a su superioridad física.

"Durant y Parker anotaron 17 y 16 puntos en la primera mitad"

Oklahoma comenzó dominando en el marcador, que oscilaba con ventajas de hasta seis puntos. El ritmo era muy alto, con ataques rápidos. Durante estos minutos, los Spurs apenas podían anotar en acciones aisladas de Tim Duncan o Tony Parker, a la par que sufrían en defensa el acierto de su rival, que prácticamente no falló un tiro en el cuarto. Con la entrada de los suplentes en pista, San Antonio apretó el marcador. Parker aprovechaba su velocidad y físico para imponerse a Dereck Fisher. El base francés es fundamental para estos Spurs, cuando está activo y tiene la bola, maneja a la perfección el ritmo de su equipo y lo hace funcionar a la perfección. Esto se pudo comprobar en el primer cuarto y en el partido, durante los mejores minutos de Parker. Finalmente, Oklahoma ganaba 30 a 24, merced a un 65% en tiros de campo.

El segundo cuarto arrancó con el segundo triple en el partido de Derek Fisher, rápidamente devuelto por Tony Parker. Las segundas unidades aparecieron por completo en pista, lo cual no trajo un descenso en la gran intensidad del partido. Steven Adams tuvo varias acciones de mérito cargando el rebote ofensivo, pero a la vez contribuyó para que los Spurs entraran en bonus con nueve minutos por jugar. Los suplentes texanos estuvieron más acertados, sobre todo Boris Diaw y Belinelli, quienes colocaban a su equipo a un punto (36-35). El ‘back to back’ de Oklahoma determinó un mayor descanso para Kevin Durant, de lo cual se benefició un Perry Jones III que dejó buenas sensaciones en lo poco que jugó.

San Antonio estaba jugando bien, circulando la pelota a gran velocidad como tienen por costumbre. Manu Ginobili ejercía de base con Parker en el banco y mostraba una gran clarividencia en la dirección de su equipo. Boris Diaw anotó dos triples consecutivos que valieron el empate para su equipo. Los Spurs corrían al contraataque, más aun con la entrada de un Parker con predilección a penetrar en la zona, mientras que los Thunder se veían inmersos en una crisis de ideas en ataque, debido al asediante marcaje ejercido por Leonard y Ginobili a Durant. Ante esta tesitura, Ibaka y Reggie Jackson asumieron responsabilidades ofensivas, manteniendo a los Thunder con ventaja al descanso (55-53). San Antonio no pudo marcharse a vestuarios por delante debido entre otras razones a su ineficacia en el tiro libre (66%). Las buenas defensas de su rival no impidieron a Kevin Durant llegar al descanso con 17 puntos, protagonizando un espectacular duelo particular con Parker (16 puntos).

Lesión de Leonard

La salida de vestuarios trajo malas noticias para los texanos. Kawhi Leonard había sufrido una fractura en uno de sus dedos de la mano, por lo que evidentemente se perdería el resto del partido. Su ausencia, la del jugador más físico de los Spurs, fue determinante a la hora de reducir la aportación de Durant en los momentos más importantes, donde se muestra especialmente infalible.

La segunda parte comenzó con San Antonio muy acertado en ataque, de nuevo con el juego colectivo como principal arma, seguido de las penetraciones, recurso con el que se mostraban muy agresivos. OKC seguían perdidos sin su líder, que sufría los constantes cambios en el marcaje, muy típico de la pizarra de Gregg Popovich. Sin embargo, en este momento emergió la figura de Reggie Jackson, con el modo ‘mini-Westbrook’ activado, dando todo un recital de recursos y de calidad. No cabe duda de que al base no le pesa la responsabilidad en este equipo.

"Reggie Jackson anotó 11 puntos consecutivos en el último cuarto"

San Antonio se volvió a poner por delante gracias a su buena defensa, con dobles marcajes impidiendo a los tiradores Thunder siquiera mirar al aro. El único que lograba salir airoso a tan infatigable defensa era Durant, capaz de zafarse de sus defensores aunando calidad y velocidad. Pero la intensidad en la defensa de San Antonio ya le había llevado a cometer 8 pérdidas (11 sumó al final del partido). El marcador se mantenía igualado, con constantes cambios de liderato pero con ventajas de no más de cinco puntos. El duelo Durant-Parker continuaba reñido con 27 y 25 puntos respectivamente. Jeremy Lamb, cumpliendo a la perfección con su rol de sexto hombre de los Thunder, ponía con ventaja a los suyos al final de un tercer cuarto muy igualado en lo que anotación se refiere (76-75). OKC no daba síntomas de cansancio, aunque era evidente que su dependencia de Kevin Durant determinaría el signo del encuentro.

El último periodo comenzó con las segundas unidades en cancha, con protagonismo mediante acciones positivas para Fisher, Perry Jones, Patty Mills o Corey Joseph, sustituto en la defensa de Leonard en el perímetro. El festival ofensivo de Reggie se prolongó a este cuarto, como consecuencia de la defensa a Durant. El menudo base anotó los siguientes once puntos de su equipo, siendo pieza clave en el intercambio de canastas que protagonizaron ambos conjuntos. Entre ellas, Reggie y Parker ofrecieron al público un pique de penetraciones que nada tuvo que desmerecer a la exhibición de Durant en el partido. Oklahoma jugaba con el ritmo alocado que imponía Jackson, sin apenas combinaciones, sino simplemente mediante bloqueos para crear el espacio para el lanzamiento..

El marcador continuaba apretado, pero siempre con Oklahoma por delante. Bien entrado el cuarto los puntos había que ganárselos. Cada vez era más complicado anotar. Esto propiciaba que para encestar los jugadores tuvieran que emplearse a fondo, tal como hicieron unos brillantes Lamb y Diaw. A falta de dos minutos para el final del partido, los Thunder dominaban 100 a 96. En ese instante apareció en liza un “semiausente” Durant para anotar dos triples consecutivos que establecían la diferencia en ocho puntos (108-100) cuando restaba un minuto. OKC promedió un 51% de acierto en el triple anoche cuando el resto de la temporada rondaban un 35%, signo inequívoco del gran partido que realizaron. San Antonio lo intentó con acciones de Diaw y Ginobili pero ya era demasiada la ventaja.

Oklahoma se alzó con la victoria por 111 a 105. Durant concluyó el partido con 36 puntos y Reggie Jackson con 27. Por su parte, Parker terminó con 37 puntos.