Anoche Oklahoma dio un golpe encima de la mesa de la NBA. Algunos pronosticaban la caída del equipo tras la lesión de su segundo espada, Russell Westbrook, pero andaban muy poco encaminados. Oklahoma no sólo ha mantenido el nivel sino que ha escalado posiciones en la competida Conferencia Oeste, consolidándose además como líder. Actualmente suma una racha de 9 victorias consecutivas, ante rivales de prestigio como Golden State, San Antonio, Portland, Houston o la más reciente, Miami. El protagonista absoluto de semejante hito no es otro que Kevin Durant. El jugador franquicia de los Thunder se echó su equipo a la espalda tras la baja de Westbrook, jugando a un nivel que le postula como máximo favorito a alzarse con el MVP de la temporada. Con el partido de ayer, Durant suma doce partidos seguidos anotando al menos 30 puntos, la tercera marca de toda la historia tras los 14 de McGrady y los 16 de Kobe Bryant. Con Durant a este nivel, nadie puede olvidarse de Oklahoma en la carrera al anillo.

"OKC comezó perdiendo 4 a 20"

El partido de ayer, a excepción de un nefasto primer cuarto, fue casi perfecto para OKC en ambos lados de la pista. En defensa aplicaron una intensidad asfixiante que logró forzar hasta 20 pérdidas de los Heat, mientras que en ataque interpretaron a la perfección las necesidades que requería el encuentro en cada momento. Jugaron al contraataque cuando pudieron, movieron la pelota con fluidez con el quinteto pequeño en pista e incluso se impusieron en la pintura a su rival. Además, los Thunder contaron con el factor Durant.

"Los Heat cometieron 20 pérdidas en el partido"

El partido arrancó con unos Miami Heat ultramotivados. LeBron James y compañía quirían demostrar ante un rival de peso por qué han conquistado los dos últimos títulos. Los Heat salieron muy intensos en defensa. Ni Durant, ni Jackson encontraban espacio para lanzar a canasta, quedando toda la responsabilidad ofensiva en un errático Ibaka. El español asumió un gran volumen de lanzamientos al tirar nueve veces en este primer periodo, casi todas ellas de media distancia. Durant no aparecía en escena, al igual que la dirección en su equipo. Los Thunder apenas armaban jugada, lanzando a los dos o tres pases y en posiciones demasiado forzadas. Miami en cambio, jugaba con la fluidez de sus mejores partidos y con la eficacia característica de un equipo con semejante arsenal ofensivo. Así pues, en cinco minutos OKC solo había anotado 2 puntos. El parcial era de 4-20 cuando Scott Brooks decidió sentar a un desaparecido Perkins para dar entrada al quinteto pequeño que mantendría el resto del encuentro.

Con Jeremy Lamb y Derek Fisher en pista el panorama del encuentro empezó a virar. De hecho, en los últimos compases del primer cuarto los Thunder endosaron un parcial de 7-0 que los acercaba en el marcador. Incluso el veterano Fisher anotó 6 puntos merced a dos triples. Al final del periodo se llegó 31 a 20 a favor de los de Florida, quienes reflejaban un 55% de acierto en su estadística por el lamentable 36% de Oklahoma.

El segundo cuarto igualó la contienda

El segundo cuarto arrancó con dos triples consecutivos de Lamb para apretar el marcador. Oklahoma reajustó su defensa con sus cinco jugadores prácticamente en la zona, pero atentos a los lanzamientos exteriores de los Heat. Los Thunder taparon de manera sublime las líneas de pase de su rival, propiciando los robos de balón que favorecían el juego al contraataque. En mitad del cuarto, Miami ya había cometido 8 pérdidas. A ello, los Thunder añadieron un excelente acierto en el tiro de tres, que les llevó a meter 7 de sus 13 lanzamientos durante la primera mitad.

Los Heat completaron un cuarto nefasto. Los primeros instantes jugaron con los suplentes en pista, que por otro lado, no tuvieron demasiada participación en el encuentro. La circulación de bola desapareció con LeBron en el banco, en favor de los aclarados a Wade y Michael Beasley, que repetidamente chocaban contra la cerrada defensa de los pupilos de Brooks. Una vez entró James, los Heat encontraron en la calidad del 4 veces MVP el mejor camino al aro junto con los errores defensivos que ocasionalmente cometían los Thunder. A falta de 4 minutos para el descanso OKC empató el encuentro a 44 y a partir de ahí se hicieron dueños del partido. A vestuarios se marcharon los Thunder dominando 55 a 50. Lamb contabilizaba unos meritorios 13 puntos liderando la segunda unidad, mientras que Durant mantenía su duelo con LeBron igualado (16 puntos para ‘KD’ por 15 de James).

Durant decidió el partido

La segunda parte comenzó como el segundo periodo, con una sucesión de triples para Oklahoma. Reggie Jackson, cuya paupérrima primera parte se saldó con cero puntos en su casillero, Sefolosha y Perry Jones fueron los autores. Los Thunder asestaron a los Heat un parcial inicial de 9 a 2 que les ponía con doce puntos de ventaja. Perry Jones fue la gran sorpresa de Oklahoma en este cuarto y en el partido. Aprovechando el quinteto pequeño que estaba en liza desde el castigo a Perkins, Jones disfrutó de 30 minutos en los que fue el encargado de defender a LeBron, con algunas acciones de mérito.

El partido se movió alrededor de los diez puntos de diferencia durante casi todo el cuarto. Miami se encomendó a su big-three para mantenerse en el partido. James monopolizaba el balón pese a que no distribuía el juego como en otras ocasiones (apenas repartió tres asistencias en el partido); Wade aparecía de manera esporádica, imponiendo su calidad de forma individual más que a través de acciones colectivas; y Bosh, quien completó un gran partido con 18 puntos y 9 rebotes, anotaba desde cerca del aro los pocos balones que recibía. Miami continuaba cometiendo demasiadas pérdidas que lastraban sus intentos de remontada. Por su parte, Oklahoma movía la pelota con fluidez y encontraba posiciones cómodas para lanzar. Además, las malas transiciones defensivas de los Spoelstra favorecieron que los Thunder anotaran 36 puntos en este cuarto.

Miami entró pronto en bonus, con lo cual el ritmo del partido cayó en picado. Hasta que Durant y James lo remediaron. Los últimos minutos del cuarto ofrecieron al público un duelo espectacular entre los dos mejores jugadores del mundo, defendidos el uno por el otro. James peleaba por acercar a los suyos en el marcador y así tener posibilidades en el último periodo, mientras que Kevin quería demostrar a la NBA por qué debe ser este año MVP y de paso neutralizar cualquier acercamiento de su rival. El intercambio se saldó con ocho puntos para cada uno, aunque la sensación fue que Durant salía victorioso al ser LeBron el primero en fallar. El tercer cuarto echaba el telón con un triple sobre la bocina de Fisher que establecía una distancia de16 para los Thunder (91 a 75).

LeBron comenzó el último cuarto anotando cinco puntos seguidos, pero, de nuevo, otras dos pérdidas de los Heat los hacían en vano. Oklahoma seguía aumentando la distancia hasta que Fisher, con su quinto triple en cinco intentos, ponía a su equipo 25 arriba. Una diferencia que sería una losa insalvable para los campeones. El margen de 20 puntos se mantuvo casi todo el cuarto. El ritmo del partido volvió a caer a sabiendas que los líderes del Oeste se llevarían la victoria. A falta de dos minutos entraron a la cancha los jugadores más marginados de la rotación, poniendo punto y final al encuentro. James se llevó su duelo particular ante Durant (34 y 33 puntos respectivamente). No obstante, Kevin añadió a su actuación 7 rebotes y 5 asistencias.

Los Thunder se llevaron la victoria en parte por el trabajo de su banquillo. Los suplentes de Oklahoma anotaron 39 puntos por 21 de los locales. Fisher y Lamb fueron vitales para la victoria de su equipo con 15 y 18 tantos respectivamente. Asimismo, Ibaka realizó un gran partido como center de su equipo. Se le había acusado últimamente de asomarse menos de lo debido a la pintura, pero anoche, ante la ausencia de otro pívot, desempeñó una gran labor y anotó grandes e importantes palmeos. Acabó el partido con 22 puntos y 9 rebotes.

Foto: NBA.com