No es ningún secreto que la franquicia del estado de Oregon ya no destila ese halo de equipo perdedor y poco atractivo para los jugadores. Hay que recordar que los Blazers no pasan de primera ronda en playoffs desde la temporada 99-00', cuando perdieron en las finales de la conferencia oeste frente a los Lakers de Kobe y Shaq, con un roster que incluía los últimos años de Scottie Pippen, un despuntante Rasheed Wallace, Damon Stoudamire, o un viejo conocido en el continente europeo como es nada menos que Arvydas Sabonis. Desde entonces han pasado 13 temporadas en las cuales han ido a playoffs en 6 de ellas y siempre cayendo en el inicio de éstos.

Pero las cosas han cambiado en Portland. Marchan quintos de una conferencia oeste muy reñida - con un récord de 36/17 - y dos de sus jugadores fueron seleccionados para el All-Star, Damian Lillard y LaMarcus Aldridge, con el añadido de que el primero hizo historia en participar en los cinco eventos del All-Star weekend (ganando, además, el Concurso de habilidades junto al rookie de los Jazz, Trey Burke), además de ser el primer Blazer en la historia en anotar tres triples en el partido de las estrellas. Otro dato: desde 1994 no se juntaban dos jugadores de Portland en un encuentro del All-Star, Clyde Drexler - medallista olímpico en Barcelona '92 -  y Cliff Robinson fueron los últimos.

"Definitivamente algunos jugadores me han dicho eso este fin de semana", afirma Aldridge

Por ello no es de extrañar que Aldridge le haya mencionado a Chris Haynes, periodista del portal Comcast Sportsnet, que algunos jugadores participantes en el gran partido de la madrugada de lunes en España, se le acercaran diciéndole que les gustaría jugar con el mismo LaMarcus Aldridge y el vigente Rookie Of the Year, Damian Lillard, en los Portland Trail Blazers. "Definitivamente algunos jugadores me han dicho eso este fin de semana", afirma Aldridge para csnnw.com. Ambos jugadores han declarado que no fueron al All-Star a reclutar activamente a jugadores para su franquicia. En palabras de Lillard: "Creo que ganar y el tipo de personas que somos atrae a la gente. En ese sentido me imagino que sí andamos reclutando, pero yo no lo he hecho deliberadamente".

El Big Three de Miami jugó tres partidos de All-Star antes de que decidieran reunirse en el verano de 2010 en la franquicia de Florida. Chris Bosh cree que ese tipo de conversaciones sí que se dan en estos eventos, en el que los mejores jugadores del mundo se reúnen en una ciudad, pero también es de la opinión en que en muchas ocasiones todo se queda en palabras: "Sí, siempre se dicen cosas como, «Sería genial jugar con este tío. Tiene mucho talento. Él es lo mejor de lo mejor en la liga», pero la mayoría de las veces es poco serio", afirma Bosh.