Tercer despido en cuatro años, se dice pronto. Mike Brown ha sido destituido como entrenador de los Cavs. Tenía en sus manos un equipo joven, renovado y con calidad. Jugadores de la calidad de Irving o Waiters, y complementos de lujo como Luol Deng parecían suficiente para entrar en Playoffs, pero no ha sido posible, pues la franquicia solo ha conseguido ser décima en la lamentable Conferencia Este. Demasiado empeño puesto en un proyecto, para tan poco resultado, pese a que dentro de la propia franquicia, se dice que se ha avanzado en ciertos aspectos, aunque no lo suficiente.

No supo controlar a una plantilla tan joven, y el reto de recuperar a Bynum fue demasiado grande para él. Si se ha conseguido llegar hasta la décima posición ha sido gracias a las actuaciones de sus mejores hombres, en especial los mencionados Irving y Waiters, ya que cuando llegó Deng, todo estaba descontrolado y era díficil recuperarlo. Buena parte de la plantilla ha estado molesta con sus sistemas, con su estilo, ni ellos se han adaptado a él ,ni él se ha sabido adaptar a ellos.

El valor de Mike Brown desciende. El año que viene cobrará salario de los Cavs y además de los Lakers. En ambos equipos no ha conseguido cumplir objetivos, y ambos eran proyectos ambiciosos y con buenas inversiones. Parece que este despido, ejecutado por Griffin, el general manager, es también el sentimiento del propietario, que además no quiere una experiencia parecida a la de LeBron, quiere un equipo más competitivo, no quiere una fuga de talento. El tiempo dirá si el próximo consigue convencer y extraer más del talento y la juventud de este equipo, que no es poca.