Espectacular el ambiente con el que recibió la afición española a su combinado. España y Francia saltaron a la cancha conociendo la victoria de Brasil sobre Serbia, por lo que tanto galos como hispanos necesitaban la victoria para depender de sí mismas en la última jornada y tratar de acabar terceros o primeros, respectivamente.

Para encarar el partido de la mejor forma posible, Francia puso en pista un quinteto inicial compuesto por Heurtel, Batum, Gelabale, Lavergne y Diaw para medirse a Ricky Rubio, Navarro, Rudy, y los hermanos Gasol. El partido comenzó intenso, con dos defensas de la selección de Juan Antonio Orenga que forzó la pérdida de los franceses. En el apartado de nombres propios, destacó Ricky Rubio, quien firmó dos puntos, tres asistencias y un robo en los tres primeros minutos.

Francia, sabedora del potencial de la ÑBA, trató de hacer defensas férreas en la pintura, pero España supo leer a la perfección la defensa de los hombres de Vincent Collet y decidió mover el balón con rapidez y correr los contrataques. A su vez, Francia luchaba porque no se abriese una brecha en el marcador que pudiese acabar siendo una losa demasiada pesada a lo largo del partido, y de eso se encargó Diot. El base anotó tres tiros lejanos en tres jugadas, echándose la selección a espaldas, dando un acelerón en ataque y empatando el partido a 19 cuando prácticamente finalizaba el primer cuarto.

Pero Navarro no se conforma si no da espectáculo, y el jugador del Barcelona puso al pabellón en pie cuando anotó un triple sobre la bocina del primer cuarto un triple que rompía la igualdad casi cayéndose, y situaba a los Españoles tres puntos por encima tras los primeros diez minutos. Tras la reanudación, Navarro salió y volvió con la muñeca caliente y encestando otro triple y estableciendo una diferencia que duraría todo el segundo cuarto, una barrera de cinco o seis puntos que se hicieron constantes hasta los dos últimos minutos, cuando se incrementó un poco más la distancia hasta llegar a los diez de diferencia con los que se llegó al descanso.

El segundo cuarto, el inicio de la debacle francesa

Una de las estrellas del combinado galo, Nico Batum, no estuvo acertado desde la línea de tres puntos, desde donde de los cuatro intentos del primer tiempo tan solo consiguió convertir uno. Pero las grandes estrellas no se arrugan en los momentos difíciles y, si desde el triple no encontró su sitio, sí lo encontró en los tiros de campo. El jugador de Portland sumó al descanso nueve puntos, habiendo anotado tres de sus cinco lanzamientos desde la zona de dos y destacando en ataque.

Los hermanos Gasol, estelares

Por el bando español destacó Pau Gasol, el pivot catalán se hizo dueño y señor de la zona, se convirtió en una pesadilla para Diaw y Pietrus y anotó doce puntos antes de irse al descanso. Además, estuvo muy bien escoltado por un discreto aunque efectivo Rudy Fernández, quien tan solo intentó tres lanzamientos de tres puntos, y anotó dos. Precisamente este porcentaje fue el más bajo de la selección española, tan solo fueron capaces de anotar cinco de los quince intentos.

Entre tanto, tras un segundo cuarto de intercambio de canastas del que salió vencedora España, los de franceses vieron cómo la distancia de los seis puntos con los que se inició el segundo cuarto se convertían en diez para llegar al descanso (44-34). España, sin hacer nada extraordinario y con poco ruido, consiguió establecer una barrera considerable.

Tras el descanso, España no tuvo rival

El tercer cuarto empezó como empezó el primero: dos grandes defensas de España consecutivas con robo de balón incluido y abriendo una distancia adicional de catorce puntos. Francia no había aprendido la elección y volvió a saltar a cancha con un punto por debajo de concentración. Desde entonces, los “blue” incrementaron la intensidad defensiva y el partido se tornó algo brusco. Diaw trató de hacer de forma no muy deportiva lo que no había logrado bajo los aros, y buscó, con excesivo contacto, sacar de sus casillas a los hermanos Gasol. Tanto Marc como Pau se engancharon con el jugador de los San Antonio Spurs, pero Orenga reaccionó al momento y dio más minutos en pista a Ibaka, cuyo juego e importancia iba creciendo de acuerdo con el paso de los minutos.

A pesar de estos roces, la selección anfitriona no se descentró ni un solo momento y la barrera entorno a los catorce puntos en favor de los españoles nunca disminuyó. Por tercer cuarto consecutivo, España superaba los 20 puntos anotados (22-22-21) y Francia no llegaba a la veintena (19-15-16), lo que se tradujo en una renta de más quince para España: 65-50.

El último cuarto fue un reflejo de la minada moral de los franceses. España veía facilidades para anotar tanto desde la pintura como desde tiros exteriores mientras que al combinado francés le costaba cada vez más hacerlo. España empezaba a correr y daba claros signos de comodidad sobre la cancha, todo lo contrario que su rival, que fue bajando los brazos sin fe hasta que concluyó el encuentro. Así se fueron sumando tantos para los anfitriones y la ventaja se incrementó hasta superar los veinte puntos.

Con el resultado de 88-64 se llegó al final del partido. España, a falta de disputar la última jornada contra Serbia, se aseguró el primer puesto al haber logrado su cuarta victoria en cuatro partidos, y ya espera el rival para octavos de final, que será el cuarto clasificado del cambiante y disputado Gupo B. Francia, por su parte, deberá ganar a Irán y esperar a que España gane a Serbia para ser tercera.

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