Serbia y Grecia se enfrentan en los octavos de final del Mundobasket en un partido que levanta grandes expectativas. El motivo de ello es la incógnita que existe sobre el rendimiento que ofrecerá la selección de Serbia, pues su clasificación a estos octavos de final como cuarta clasificada del Grupo A deja muchas dudas. Por su parte, el equipo griego se ha clasificado como primera de Grupo e invicta tras haber ganado sus cinco primeros compromisos.

Los de Katsikaris han demostrado su gran potencial defensivo, además de ser un combinado que goza de un zona ocupada por jugadores de gran calidad y fuerza, como Bourousis, quien ha liderado a la selección helena en la primera fase del campeonato junto con Kaimakoglu. Pero no todas las virtudes residen en los hombres grandes. Jugadores de la talla de Printezis se crecen aún más en este tipo de partidos donde cada jugada cuenta y, a buen seguro, depararán gran espectáculo. El ala-pívot de Olympiacos es el máximo anotador en estos primeros cinco encuentros y lidera a una selección que intentará seguir avanzando en el torneo y demostrarse así misma que, a pesar de las bajas sensibles con las que han acudido a España, hay suficiente fondo de armario para volver a colocar a Grecia entre las grandes del mundo de la canasta.

En el Eurobasket disputado en 2009, Serbia y Grecia se hicieron un hueco en el pódium europeo y ocuparon el segundo y tercer puesto respectivamente. Ahora, ambas quieren volver a sentir la sensación de colgarse un metal al cuello, pero a nivel mundial, algo que Grecia ya consiguió en el Mundial de 2006 la hacerse con la medallada de plata tras caer contra España en la final.

La baza de la superioridad física

Como en cualquier deporte, todo equipo trata de jugar de la mejor manera posible sus cartas. En el caso de la selección balcánica, la gran altura media de sus jugadores le proporciona un plus de superioridad sobre el resto. Sasha Djordjevic cuenta con bases de gran envergadura como es la estrella de su combinado, Milos Teodosic, el segundo hombre de menos altura con 1,95 metros de altura, tan solo superando a Stefan Markovic. El jugador del Unicaja de Málaga alcanza los 191 centímetros.

Sin embargo, aunque siguiendo la lógica el factor rebote debería ser favorable a la selección balcánica, Grecia se encuentra por delante de esta en el ranking que ofrece la FIBA en rebotes capturados. Grecia se encuentra en cuarta posición con una media de 40.6 rebotes por partido, mientras que los de Djordjevic deben mejorar mucho en este factor, ocupando el decimoctavo puesto al rebotear una media de 32.6 por encuentro.

Serbia y su tarea pendiente

Serbia no sabe lo que es ganar a una selección de peso

Otro punto a tener en cuenta es la mentalidad con la que ambas selecciones afrontarán el choque. Serbia, a priori, parece más sensible y sus derrotas en la fase de grupos contra los equipos más fuertes –Francia, Brasil y España- pueden pasarle factura en lo psicológico. Tan solo pudo vencer a las flojas selecciones de Irán y Egipto. El último verdugo fue España, en un partido que los serbios trataron de disputar hasta el final aunque sin éxito.

En el otro lado, está Grecia, quien ha ganado sus compromisos con solvencia, incluyendo a otras de las favoritas para llegar lejos en este torneo como son Argentina o Croacia. Precisamente, con la primera, se llegó a jugar la primera plaza del Grupo B, pero finalmente consiguió vencer por 71-79 y logró el billete para octavos como invicto. Antes de dicha victoria, ya había tenido la oportunidad de disfrutar de la sensación de salir victorioso tras jugar contra la que ha terminado como segunda del Grupo: Croacia. Los griegos tumbaron a los croatas por 76-65 en la tercera jornada de la fase de grupos.

Pero si algo se ha evidenciado en el mundo del baloncesto a lo largo de los años es que no existen ni estadísticas ni favoritos, que en este deporte 40 minutos de juego es mucho tiempo y todo puede ocurrir en un partido entre equipos de tanta calidad. Lo único que sí parece seguro es que será un partido emocionante y vibrante hasta el final y en el que los aros del Palacio de los Deportes de Madrid dictarán sentencia.

El vencedor de este partido se medirá en cuartos de final al que salga victorioso del encuentro que disputarán Brasil y Argentina. Los cuartos de final se disputarán el día 10 en Madrid.

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