Nick Young se sometió el pasado lunes a una revisión en la rodilla izquierda, cuyo resultado desveló que sufre una pequeña fractura en la zona dañada, además de inflamación. Aunque no requiere cirugía, probablemente suponga el final de la temporada para el escolta.

Young no juega desde el pasado 22 de febrero, cuando se lesionó la rodilla frente a los Celtics. Será reevaluado semanalmente,  pero con el fin de la temporada cerca para el equipo angelino, no se forzará su vuelta.

El escolta, natural de Los Angeles, ha promediado esta temporada 13.4 puntos, 2.3 rebotes y una asistencia en los algo más de 23 minutos que ha jugado por noche; y se une a la interminable lista de lesionados de larga duración de los Lakers.