Cruel derrota del Iberostar Tenerife en el Nou Congost en un partido que, sin brillar, pudo haber ganado perfectamente. Los numerosos errores ofensivos le impidieron castigar los fallos de La Bruixa d´Or Manresa, que a base de sufrimiento sacó adelante un partido importantísimo de cara a mantener la categoría. Por su parte, los de Alejandro Martínez no pudieron aprovechar los pinchazos de los equipos de la parte alta y se siguen complicando llegar a las últimas jornadas con opciones de pelear por entrar en playoffs.

Devin White fue el hombre del partido, no solo por sus dos tiros libres decisivos, sino por los ni más ni menos que 23 puntos que anotó, además de otros tantos créditos de valoración. El base norteamericano forzó dos lanzamientos desde la línea de personal a falta de una décima de segundo que decantaron el choque del lado catalán, e infringió a los canaristas su segunda derrota en el último segundo tras la sufrida ante el CAI en la segunda jornada con canasta de Robinson sobre la bocina. Parece que los tinerfeños se les atascan este tipo de partidos.

White reina en el primer periodo

El inicio del partido tuvo al propio Devin White como claro protagonista. El base de Manresa, con tres triples y 13 puntos en el primer cuarto, dinamitó el choque desde el principio y permitió a los suyos dar un arreón que el Iberostar Tenerife aguantó a duras penas. Los de Alejandro Martínez se unieron al principio al intercambio de triples con dos consecutivos, pero cuando los lanzamientos dejaron de entrar comenzaron a hacer valer su poderío interior para capturar seis rebotes ofensivos en el primer periodo y evitar un parcial demasiado abultado.

Devin White anotó 13 puntos en el primer cuarto

Sekulic comenzó a asumir responsabilidades en ataque, y, si bien no anotó ninguna canasta en juego, provocó varias faltas que le permitieron acudir al tiro libre y castigar especialmente a Roger Grimau, que tuvo que irse al banquillo a los pocos minutos con dos personales. Una vez que el montenegrino se fue al banquillo, Sikma comenzó a asumir galones, y con seis tantos consecutivos acercó a los suyos en el electrónico. Al final del primer periodo, mandaban los manresanos por 23-21.

Nada más arrancar el segundo cuarto Lampropoulos devolvía el empate al marcador, y en el siguiente ataque un triple de Saúl Blanco daba a los aurinegros la primera ventaja del partido. No obstante, no todas las noticias eran buenas para el cuadro aurinegro, ya que Levi Rost se vio pronto obligado a irse al banquillo con tres faltas personales casi consecutivas. El partido entró en un intercambio de canastas, pero este duró poco, y ambos equipos comenzaron a atascarse.

Manresa toma el mando

Este atasco duró poco, pero solo para los catalanes, que encontraron en Dewar y en sus triples alguien en quien encomendarse ofensivamente. Con cuatro lanzamientos desde el 6,75 en los últimos tres minutos, tres de ellos del alero estadounidense, el conjunto catalán logró un parcial de 14-5 que les permitió irse al descanso con su máxima ventaja de todo el partido. Sin embargo, pese al 45-38, el choque estaba marcado por la igualdad, una igualdad que solo un gran final de primera parte había logrado romper.

La primera canasta de la segunda mitad tardó más de dos minutos en llegar, pero finalmente Nico Richotti aprovechó una pérdida de Manresa para anotar una bandeja cómodamente. La defensa aurinegra comenzaba a funcionar, y provocó numerosas pérdidas de los de Pedro Martínez, pero su imprecisión e indecisión en ataque le impidió aprovecharlo, pues ni siquiera cuando corría o encontraba tiros cómodos era capaz de anotar. De hecho, a pesar de que los chicharreros encontraban por fin algo de fortaleza defensiva, los catalanes lograron ponerse 10 arriba y establecer la que era su máxima ventaja de partido. Era ya una brecha preocupante, y, ante el desolador porcentaje de acierto ofensivo, la única buena noticia para los visitantes era la entrada en bonus de La Bruixa d´Or a falta de cinco minutos para el final del tercer parcial.

Apareció entonces Sekulic para tirar del carro con siete puntos consecutivos, pero su aportación simplemente impidió que la distancia se hiciese insalvable. Con un triple de Grigonis en la última posesión el choque se encarrilaba hacia su desenlace con el cuadro local mandando por 59-51, y con la sensación de que tenían el triunfo en sus manos. El Iberostar había poco a poco encontrado sensaciones en defensa, pero el desacierto ofensivo le estaba castigando. En acertar o no en el último periodo estaba la clave del choque.

La situación no cambio ni mucho menos. De hecho fue a peor. Los aurinegros perdían un balón tras otro, no eran capaces de anotar ni en situaciones de dos contra uno al contraataque, y Manresa, sin hacer nada del otro mundo, comenzaba a ver cómo el triunfo se acercaba cada vez más. Los catalanes le dieron la vuelta a la batalla en el rebote ofensivo, y se encomendaron a la capacidad de Hazan Rizvic para capturar balones en aro contrario para mantener la distancia. El esloveno se irguió como referente local en este aspecto, y con sus tapones en aro defensivo terminó de culminar su gran actuación. Sin embargo, el la faceta en la que más brillaban los de Pedro Martínez era en el lanzamiento de tres. Una tras otra, las canastas desde más allá del 6,75 fueron castigando a la defensa canarista, que hasta en 12 ocasiones vio a su rival encestar desde el perímetro.

Reacción a tiempo pero insuficiente

No obstante, a base de encontrar tiros libres el Iberostar Tenerife consiguió llegar vivo al final del partido. A falta de tres minutos, los de Alejandro Martínez lograron ponerse a cuatro puntos (69-65), y los nervios provocados por las urgencias clasificatorias llegaron a los jugadores de Manresa. Se notaba lo mucho que había en juego, y White y Rizvic lo escenificaron fallaron dos tiros que varios minutos antes no habrían perdonado, lo que dio vida a un cuadro tinerfeño que poco a poco fue reduciendo distancias.

Saúl Blanco empató el partido a falta de 6 segundos, pero White decidió con dos tiros libres

Se llegó al último medio minuto con el resultado de 71-68 y el balón en manos de Devin White. El base volvió a fallar desde el triple, y en rebote Beirán recibió la falta de Grimau y anotó los dos tiros libres. A falta de 10 segundos, los de Alejandro Martínez tendrían que llevar a Manresa a la línea de personal. La presión aurinegra obligó a Sakic a asumir la responsabilidad, y el croata no falló desde el 4,60, lo que obligaba al Iberostar a anotar de tres para llevar el choque a la prórroga. Saúl Blanco demostró entonces la sangre fría y el acierto del que había carecido en todo el encuentro e hizo soñar a los tinerfeños con un triple que ponía el empate a 73, pero entonces Devin White terminó de proclamarse héroe del choque cruzando la cancha, penetrando y forzando dos tiros libres a falta de una décima de segundo que acabaría decantando el choque.

La falta de fue de Richotti, que, mientras veía cómo se coronaba el base norteamericano, puso el punto y final a un horrible partido en el que acabó con menos -7 de valoración. White no perdonó, e hizo que la victoria se quedase en el Nou Congost, que ve a los suyos por fin fuera del descenso. Por su parte, los aurinegros dejaron pasar una clara oportunidad de acercarse de nuevo a los puestos de playoffs, y aunque continúan a tres victorias del CAI Zaragoza, las jornadas van pasando y el tiempo se acaba. Es el momento de reaccionar, o de lo contrario habrá que volver a ver cómo se aleja un tren tan ilusionante como el de disputar la postemporada.

VAVEL Logo
Sobre el autor
Aitor Darias Oruezabala
Proyecto de periodista. Amante del fútbol desde pequeño y enamorado más tarde del baloncesto. De qué sirve vivirlo si no puedes contarlo.