Los Bucks de Jason Kidd sellaron su clasificación para playoffs después de ganar a Brooklyn Nets por 96-73. El pase a la fase final tiene más mérito después de las salidas de Larry Sanders, Brandon Knight y la grave lesión del rookie franquicia Jabari Parker. Los Bucks no jugaban playoffs desde la temporada 2012-2013, cuando fueron eliminados por la vía rápida contra los Heat de LeBron James. A todo esto hay que añadir que se han convertido en el décimo equipo de la historia de la NBA en alcanzar playoffs tras ser el conjunto con peor balance la pasada temporada. De hecho, los de Wisconsin terminaron la temporada 2013-2014 con un pobre balance de 15-67. Sin duda alguna, Kidd ha tenido mucho que ver en este cambio de rumbo de la franquicia.

Tras anunciar oficialmente su retirada como jugador, se comprometió con los Nets para convertirse en su nuevo Entrenador Jefe. El de San Francisco consiguió la clasificación para los playoffs con un récord de 44-38 y la franquicia consiguió llegar hasta semifinales de la Conferencia Este, donde cayeron eliminados contundentemente por Miami Heat.

Pese a caer eliminados, el balance de su primera temporada como entrenador fue notable. Llegó el verano y la situación con los Nets cambió drásticamente. Su mala relación con Billy King, General Manager de la franquicia, acabó con la salida de Kidd hacia Milwaukee. Pocos pensaban que conseguiría clasificar la franquicia a playoffs, por lo que es una gran proeza del de San Francisco. Solo puede aplaudirse el trabajo bien hecho por el entrenador procedente de California.