La puesta en escena de Herbalife en el partido dejaba claro que la derrota en la final de la Eurocup no iba a afectar al equipo ni por un instante: Ni el cansancio por jugar entre semana, ni la decepción que supone morir en la orilla al dejar escapar un título europeo iban a pasarle factura a los locales. Herbalife Gran Canaria anotaba los 10 primeros puntos del partido, un comienzo en el que el joven Paulí se encargó de demostrar su talento y descaro en ataque.

No iba a llegar en lo que restaba de cuarto una clara reacción taronja, que veía en el lanzamiento de tres, pese a la ausencia Ribas, una de las máximas amenazas mediante las cuales acercarse en el luminoso. Tras sofocar la hemorragia inicial, el primer cuarto acababa con un 2+1 de Kendall, al que contestaba Harangody con una canasta que dejaba un marcador de 24-17.

Harangody empezaba el segundo cuarto igual que acabó el primero, y un tempranero triple metía de lleno a su equipo en el partido, o eso parecía. Rápidamente contestaba Salin de tres, y el partidó entró en una dinámica en la que el lanzamiento desde más allá del 6'75 se convirtió en protagonista. Esta fase acabó con una ventaja de 12 puntos para Herbalife Gran Canaria, que a excepción de las cuatro faltas personales del debutante Maric, tenía el partido donde más le interesaba.

Una falta del exjugador taronja Albert Oliver le costaba la técnica al catalán por sus reiteradas protestas. Una acción, que lejos de perjudicar a los locales, metió al público en el partido, y más cuando pocos segundos después, Oliver se resarcía de la acción anotando un triple. El descanso llegó tras un lejano triple a tabla de Guillem Vives que reducía a solo tres puntos la diferencia al descanso.

En el inicio de la segunda parte llegaron los mejores minutos visitantes, un periodo en el que la dirección de juego de Van Rossom llevó a su equipo a, por primera y única vez durante el partido, ponerse por delante. Un parcial de 4-8 le permitió a Valencia Basket poner en el marcador el 50-51 a ocho minutos del final de cuarto. Una ventaja que Newley se encargó de invertir rápidamente, y junto a la errupción de Salin, que con dos triples disipó las opciones visitantes, devolvían la tranquilidad al equipo canario. La diferencia entre los seis y diez puntos volvió a instaurarse rápidamente, y el último cuarto comenzaba con un resultado de 66-61.

No cambió la tendencia del encuentro en unos últimos 10 minutos donde Valencia Basket, pese a que no se descolgaba, tampoco llegaba a meterse dentro del encuentro. Kuric, uno de los pocos francotiradores canarios que no había entrado en escena empezaba a enchufarse, un factor que le ayudó a su equipo llevarse el partido sin sufrimiento. Al final, victoria por 90-76 en un partido en el que los isleños olvidan por completo el batacazo europeo y se meten de lleno en la pelea por el Playoff.

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Sobre el autor
Sergio Zarco
Periodismo En la Universidad Jaime I de Castellón