Las semifinales de playoffs de ACB entre Real Madrid y Valencia Basket llegan a la capital del Turia, donde se disputarán dos partidos en los que el pase a la final puede quedar sellado si un equipo logra llevarse las dos victorias. Si al contrario hay un triunfo para cada equipo, la serie viajará de regreso al Palacio de Deportes madrileño.

Una Fonteta repleta hasta la bandera y el carácter de sus jugadores serán las principales armas del Valencia Basket para tratar de ponerse por delante en las semifinales: 8.512 corazones llenos de orgullo y tintados de taronja que lucharán con sus gargantas los 8.500 y con su baloncesto los 12 -aunque a la práctica serán menos por las bajas- para doblegar al Campeón de Europa.

Enfrente estará un Real Madrid que sigue siendo favorito gracias a la calidad de sus hombres y la solidez que ha demostrado durante toda la temporada. El Valencia Basket logró, con la victoria del pasado domingo, ser el tercer equipo que derrota al Madrid en su casa en todo el curso, tras Unics Kazan y Bruixa D'Or Manresa. Y fue el primero que lo hizo en un partido de vital importancia.

La victoria taronja en Madrid adquiere tintes heroicos si se tiene en cuenta que los de Carles Durán llegaban muy mermados al segundo encuentro de las semifinales, con las bajas de Pau Ribas y Kresimir Loncar. Para más inri Rafa Martínez, que había arrancado bien el partido, se hizo daño en la espalda durante el segundo cuarto y no volvió a salir a la pista. Aún así, los jugadores valencianistas, liderados por Bojan Dubljevic y Sam Van Rossom sacaron todo su coraje para llevarse un triunfo con el que hacer soñar a sus aficionados.

La final de la ilusión

Valencia Basket y Real Madrid buscan alcanzar la gran final de la ACB cargados de ilusión. Los blancos porque en ella buscarían un triplete histórico, en el año en que ya han ganado la Copa del Rey y la Euroliga. Sería su cuarta final consecutiva. Los taronja anhelan alcanzar la segunda final de su historia, tras la que disputaron y perdieron en 2003 ante el FC Barcelona. Las que se están disputando son sus terceras semifinales en cuatro años, cuando antes sólo habían disputado las de 2003.

Pablo Laso tendrá a su disposición a toda la plantilla blanca para intentar recuperar el factor cancha. Carles Durán no podrá contar con Pau Ribas ni Kreso Loncar, y Rafa Martínez es duda.

Factores determinantes

Algunos de los aspectos a tener en cuenta de cara a saber quién puede llevarse el gato al agua serán el ritmo del partido, el dominio del rebote y la gestión de las emociones. Para la disputa por el control del tempo del partido cada entrenador cuenta con sus armas: Laso tratará de que los Sergios (Rodríguez y Llull) impongan un ritmo eléctrico desde primer momento, mientras en el Valencia Basket la responsabilidad de intentar frenar el frenesí merengue será para Sam Van Rossom con su metrónomo.

A este Valencia Basket le cuesta mucho cerrar el rebote. En el primer partido, el Madrid ganó la batalla por el rebote (34-31) y se llevó la victoria. En el segundo fue el Valencia quién se llevó las dos disputas: la del rebote (29-35) y la del partido. El partido será intenso, cargado de fuertes emociones, un territorio en el que el Chapu Nocioni se mueve como pez en el agua. Quien sea capaz de mantener la cabeza fría en los momentos de tensión tendrá mucho ganado.

Hombres clave

Bojan Dubljevic: el montenegrino está llamado a liderar, como ya hizo en el segundo partido, el juego del equipo taronja. Su calidad en el poste bajo, su acierto exterior y el paso adelante que ha dado en defensa se antojan determinantes en el devenir de su equipo en lo que queda de eliminatoria.

Sergi Llull: 28 puntos, 7 triples, 7 asistencias, 29 de valoración. En esta ocasión los números hablan solos. Llull fue el mayor peligro vikingo en el segundo partido de la serie y si vuelve a salir tan enchufado el Valencia lo va a pasar muy mal para intentar frenarle.