Salah Mejri (Jendouba, Túnez) es el primer jugador árabe que juega en las filas del Madrid. Comenzó jugando en el Étoile Sportive du Sahel de su país, evidentemente destacando de manera muy rápida. Se trataba de una liga muy modesta, sin proyección internacional y con muy pocas ayudas económicas, pero que una torre de 2,17 metros de altura tuviera velocidad para correr la pista llamó la atención de los ojeadores internacionales desde el primer momento.

Gracias a ello se le abrieron las puertas del baloncesto europeo en 2010, fichando por el Port of Antwerp Giants de la liga belga siendo apenas un adolescente. Allí permaneció tres años, aprendiendo más nociones tácticas. Su explosión llegó en su última temporada donde promedió 9,2 puntos por partido, 7,8 rebotes y 2,5 tapones en la liga regular y 7,3 puntos, 7,2 rebotes y 1,8 tapones en la Eurochallenge. Precisamente gracias a esta competición europea su caché se disparó y varios equipos de la parte media de la tabla en la Liga española lucharon por sus servicios.

Junto a su trabajo en equipos, es la gran estrella de la selección tunecina, con la que ha ganado una Copa de África siendo nombrado el MVP del campeonato. Todo un héroe en su país.

Jugador revelación de la Liga

Finalmente sería el Blusens Monbus el club que se hizo con sus servicios. Allí, arropado por la afición de Compostela, humilde pero muy entendida del baloncesto, no tardó en despuntar. Solo estuvo un año, pero fue excelente. En su estreno en la Liga española consiguió clasificar al equipo gallego para playoff por primera vez en su historia, firmando unos excelentes números: 9,3 puntos, 5,4 rebotes, 1,6 tapones y 11,1 de valoración por partido.

Foto: RTVE

Se convirtió en el jugador más intimidador de toda la campaña, con tapones realmente insultantes. A ello se sumaba el hecho de que los gallegos gustan de correr y tener un juego rápido, y Mejri sorprendió porque pese a su enorme estatura puede correr la pista con mucha velocidad. Casi todas las semanas alguna de sus canastas aparecía en el Top de las mejores en la Liga Endesa.

Por todo ello fue galardonado con el premio al Jugador Revelación de la temporada. Y eso no pasó desapercibido para un Real Madrid que estaba buscando regenerar su juego interior a toda costa.

De Madrid al cielo

Laso ya llevaba dos años en el equipo, había conseguido que el Madrid volviera a ganar títulos y jugara bien, pero algo seguía fallando claramente, y era un juego interior más poderoso. Reyes era el que seguía dando el callo, porque los jugadores realmente grandes (el pívot a la vieja usanza) no conseguían cuadrar. Después de la marcha de Ante Tomic al eterno rival se confío en Mirza Begic, pero el bosnio pecaba de indolente. Pese a medir 2,20m no era contundente en el rebote y se amedrentaba ante hombres más bajos.

Mejri llegó junto a Bouroussis para darle un punto de "mala uva" a la zona blanca. La primera temporada fue buena, no es que hiciera unos números demasiado llamativos, pero sí contaba de manera asidua en la rotación blanca, y fue titular en muchos partidos de la Liga Endesa. Cuadró especialmente bien durante la primera mitad de la campaña, cuando el Madrid ganó Supercopa y Copa del Rey.

Para la afición era un placer verle taponar en defensa, correr la pista con velocidad y coordinación y terminar la misma jugada colgándose del aro contrario. Sin embargo, como al resto de sus compañeros la temporada se le hizo muy larga, se terminó perdiendo la final de la Euroliga contra el Maccabi y la de Liga frente al Barcelona desperdiciando el factor cancha. Pese a ello Laso quiso contar con él de nuevo en su proyecto 4.0.

Dudas sobre su futuro

Y Mejri ha formado parte del equipo de ensueño que lo ha ganado absolutamente todo. Pero su segunda temporada ha sido muy irregular desde lo individual. Hay que tener en cuenta que este verano se fichó a Gustavo Ayón, otro hombre de juego interior que en principio venía para ser titular. En la de por sí amplia plantilla del Madrid, la competencia era cada vez mayor. Es curioso, porque Ayón no empezó en buena forma, y tuvo que ser Bouroussis el que saliera de titular junto a Reyes. Pero al gigante heleno se le fue acabando también la gasolina (de hecho, no ha jugado nada en los últimos meses de competición).

El casi desaparecido Mejri tuvo su oportunidad de jugar minutos debido a estos altos y bajos en la forma física de sus compañeros interiores. Slaughter (defenestrado al principio del curso, y a punto de abandonar el equipo en el mercado de invierno), también lo aprovechó y entre ellos dos se han disputados minutos. Parece que finalmente el estadounidense es el que mejor rendimiento ha dado, y tiene más posibilidades de seguir en el equipo. Tiene muchos menos centímetros, pero defiende muy pegado al rival y no se acobarda ante ningún rival.

Por ello, aunque Mejri todavía tiene algunos minutos en la rotación del Madrid ha ido perdiendo protagonismo exponencialmente. Como todo parece indicar, Nocioni y Ayón siguen un año más, Reyes ha renovado por dos, y se tiene casi fichado a Trey Thomkins. Puede que la etapa de Salah en el Madrid acabe, pero lo hará con un buen puñado de títulos.

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Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.