No hay tiempo para tomarse un respiro. Apenas un par de horas después de llegar a un acuerdo con Corey Brewer, los Houston Rockets acaban de oficializar su segunda incorporación para las próximas campañas: el base oriundo de Chicago, Patrick Beverley. El acuerdo se ha cerrado por una cifra próxima a los 25 millones de dólares y tendrá validez durante las próximas cuatro temporadas

"Estoy encantado de poder continuar en los Rockets," afirmó el base poco después de que saliera a la luz la resolución del acuerdo. "Nunca había imaginado que conseguiría un contrato como este. Ahora es el momento de concluir lo que ya hemos empezado y ganar el título".

Uno de los principales objetivos fijados por Daryl Morey, general manager de la franquicia, y Kevin McHale para este verano era el de retener a sus agentes libres y poder dar así continuidad al sólido proyecto que en Houston están gestando. Con esta intención entre ceja y ceja, los Rockets ya han firmado nuevos contratos para Brewer y Beverley, a pesar del interés de los Sacramento Kings en sendos jugadores. Por el momento todo parece ir viento en popa y, para redondear, ya se están iniciando las conversaciones con Josh Smith para que sea el próximo en pasar por las oficinas del Toyota Center. 

Beverley fue la 42ª elección del draft de 2009 y, tras extender su carrera en Europa y pasar por la D-League, finalmente ha encontrado un rol de importancia en un equipo aspirante. Si bien es cierto que normalmente se encarga del trabajo menos gratificante, con una gran implicación defensiva, y vive alejado de los focos, Beverley se ha consumado como un jugador trascendente en los planes de Kevin McHale. Tal es así, que su baja por lesión en la postemporada dejó al equipo muy mermado y permitió a Stephen Curry dominar la crucial Final de Conferencia desde el puesto de base.