Duelo a vida o muerte para la selección. Tras los descalabros contra Serbia e Italia, los patrios tenían que ganar a los glaciares para seguir vivos y poder llegar a la última jornada del grupo con esperanzas de avanzar. Islandia es el equipo más débil del grupo B, pero ante la inseguridad defensiva mostrada por los españoles, las piernas temblaban de inicio. En el quinteto salía de titular San Emeterio, que hizo un gran trabajo en el previo duelo, y además porque Rudy sigue algo tieso con problemas de espalda. Rápidamente la Ñ comenzó a cargar balones interiores, aprovechando que los islandeses tiene una media de altura muy baja.

Especialmente activo y acertado se mostraba Nikola Mirotic. El cuatro estaba haciendo un roto en la zona rival, con entradas a canasta y buen movimiento de pies. Pau parecía un gigante recogiendo rebotes ante unos islandeses cuyo hombre más alto en pista apenas superaba los dos metros. Sin embargo, seguíamos ciegos desde la larga distancia, por lo que las diferencias todavía no eran significativas. Primeras rotaciones en ambos bandos, y los islandeses que llegaban ya al bonus de personales, incapaces de frenar a las torres patrias. Final del primer cuarto con un todavía escueto 16-20.

La máquina no termina de funcionar

Comienzo fulgurante de los españoles en el segundo parcial. Las diferencias se ampliaban y Craig Pedersen pedía inmediato tiempo muerto. La tónica del duelo era dominio evidente de los rojos en toda la pintura rival, pero los islandeses no paraban de tirar desde la larga distancia. En ocasiones precipitados, pero cuando movían rápido el balón encontraban un hombre solo, y jugadores como Stefansson no perdonan. De hecho, el ex del Unicaja enchufó dos misiles consecutivos desde el 6.75 y ahora era un enojado Scariolo (parcial de 0-8 para el rival) el que convocaba a los suyos a la banda. La Ñ había perdido intensidad defensiva, y llegaba tarde a todas las marcas.

Islandia daba la vuelta al resultado en medio de la zozobra española. Y ahora era Sigurdarsson el que seguía haciendo sangre desde el perímetro. Mientras la Ñ se mostraba taciturna y terriblemente desacertada en los tiros lejanos (1/7 en triples). Tuvo que ser Sergio Rodríguez el que reactivara de nuevo esta faceta del arco exterior. Pero los islandeses se estaban encontrando demasiado cómodos en la pista, de hecho tan sólo llevaban dos faltas en todo el cuarto. Gracias a un buen par de robos finales y la canasta interior de un Gasol dominante, España se fue a vestuarios con ligera ventaja (36-41).

Zarpazo rojo

Tras la reanudación España recrudeció la defensa. Esto es un factor absolutamente clave que los patrios están echando de menos. Gracias a defender con el culo pegado al suelo y la mano cerca de la cara rival, la Ñ superaba por vez primera la barrera psicológica de los diez puntos. Tras dos tiros libres convertido, Pau Gasol se convertía en el máximo anotador español en la historia de los Europeos, superando al legendario Epi. Ahora que se abría brecha era el momento se seguir cargando balones al gigante de Sant Boi, que campaba en la zona como un hombre entre niños. Pero los islandeses son fríos como el hielo, y cada vez que tenían algún tiro claro lo aprovechaban, como los triples de Stefansson y Ermolinskij.

Elemento importante fue la reactivación ofensiva de Sergio Llull. La selección necesita los puntos e híperactividad del Aeroplano de Mahón. Tras estar muy desacertado durante minutos, el balear enchufó un triple brillante y subió el ritmo del partido. Ello rompía definitivamente el duelo, con distancias que ya rondaban los 20 puntos. Pau visitaba el banquillo después de volver a hacer un partido excelso, y todo parecía presagiar que ya descansaría preparando el duelo decisivo ante Alemania. Mirotic tomaba el relevo interior en la zona, otro que estaba tocado por una varita. Los islandeses respondían con triples (como los consecutivos de Pálsson), pero el partido estaba sentenciado. Final del tercer cuarto 57-74.

Plácido final y protagonistas

Con el duelo resuelto momento para dar refresco a los hombres más cargados. Minutos para Guillem Vives, Víctor Claver o Pablo Aguilar. También el capitán Felipe Reyes tomaba el relevo en el juego interior patrio, y lo hizo para demostrar que siempre se muestra concentrado y rocoso, aportando puntos con independencia del minuto y partido que sea. Intercambio de canastas sin intensidad defensiva en los llamados minutos de la basura. La conclusión fue la clara victoria de la Ñ (73-99) que alcanza su segundo triunfo y se lo jugará literalmente todo contra Alemania. Si gana a los bávaros en Berlín puede ser hasta 2ª de grupo. Si pierde... A casa.

Los mejores del partido fueron las dos torres titulares de la selección. Tanto Pau Gasol (21 puntos, siete rebotes, dos tapones, 7/11 en tiros de dos, 7/7 en libres) como su compañero en Chicago Bulls Nikola Mirotic (22 puntos, cinco rebotes, 5/6 en tiros de dos, 2/2 en triples, 6/9 en libres), fueron la condena de los rivales y el factor clave para romper el partido desde la pintura. En segundo plano el buen ritmo y reparto de juego de Sergio Rodríguez (13 puntos, seis asistencias, dos robos). Parece que el Chacho está recuperando sensaciones.

Islandia llegó hasta donde pudo. Equipo muy bajo y que vive de rachas en el tiro exterior y mucho pundonor. Un ejemplo fue su jugador más destacado Stefansson (17 puntos, cuatro rebotes, seis asistencias), que demostró su polivalencia y no bajó los brazos en ningún momento del duelo. Le acompañaron Ermolinskij (12 puntos, 4/6 en triples) y el base Pálsson (14 puntos, 3/4 en triples), dos torretas desde el perímetro pero faltos de nociones para el resto del juego.