Los Golden State Warriors llegaban al partido tras haber conseguido una gran remontada ante Los Angeles Clippers consiguiendo así la que fue su 13ª victoria seguida, estando un día más invictos. Por otra parte, los Chicago Bulls llegaban a Oackland con la baja de Derrick Rose y de Aaron Brooks. Aún así, los hombres de Fred Hoiberg tratarían de dar un golpe en la mesa, y qué mejor lugar para hacerlo que el pabellón del mejor equipo de la liga.

Primera parte

El partido comenzaba con canasta de Klay Thompson para abrir el marcador. El cuarto se sucedía con un intercambio de canastas entre ambos equipos, además de una buena defensa ejercida por los Chicago Bulls. Los visitantes se pondrían por delante a base de buenas acciones ofensivas con un buen Kirk Hinrich, dejando el marcador en 12-21 para los de Chicago. No obstante, los jugadores locales no iban a ponérselo tan fácil, y comenzaron a realizar ataques rápidos y efectivos acercándose así en el marcador (20-25). El momento de inflexión llegó con un robo realizado por parte de Stephen Curry a Joakim Noah, donde el base asistió a su compañero Andre Iguodala para finalizar un gran alley-oop. El primer cuarto finalizaba señalando en el marcador el 28-29 para los Chicago Bulls.

El segundo cuarto comenzaba con una buena canasta de Harrison barnes que les valía para ponerse por delante en el partido. Este periodo se mostraba mucho más defensivo que el anterior. Los Bulls se veían superados por la defensa local. A pesar de ello, los Golden State Warriors no conseguían distanciarse en el partido, factor que aprovecharon los Chicago Bulls para acercarse en el marcador mediante un 2+1 del jugador español Nikola Mirotic que dejaba el marcador en 37-36 para los locales. Ambos equipos comenzaban a verse algo más acertados en ataque, aún así se llegaba a los últimos minutos con marcador pobre para lo que nos tienen acostrumbrados estos equipos. Los Golden State Warriors se marchaban al vestuario con una ventaja de tres puntos sobre sus rivales. El marcador se quedaba en 50-47, pero los Bulls no habían dicho su última palabra. Una de las claves fue el pobre porcentaje de los Chicago Bulls en los tiros de tres, con un 25% (por el 37,5% de Golden State Warriors).

Segunda parte

La segunda parte comenzaba con fallos en ambos lados de la cancha para los dos equipos. Sería Pau Gasol quien anotara la primera canasta a pase de Kirk Hinrich. A continuación, Tony Snell cosneguía un buen mate para poner por delante a los suyos, pero se vió contestado al instante por una buena jugada de Stephen Curry. La defensa de Chicago sufría, ya que los jugadores locales comenzaron a provocar faltas, lo que llevó a realizar una defensa menos agresiva por parte de los visitantes. Pero Jimmy Butler no estaba dispuesto a entregar el partido fácilmente, y consiguió varias canastas consecutivas para poner el empate en el marcador (59-59). El tercer cuarto se sucedía lentamente por las continuas interrupciones por faltas y tiros libres. El partido se encontraba en un terreno fangoso, donde ambos equipos sacaron a relucir su defensa, y donde Chicago se encontraba cómodo. El partido marchaba 67-70 para los Bulls tras un triple de Doug McDermott a falta de cuatro minutos. El periodo finalizaba con varias acciones buenas en defensa por parte de los Golden State Warriors. El partido se quedaba en 77-73 para los locales.

El último y definitivo cuarto daba comienzo con canasta para los Warriors. Pero los Bulls ejercieron buenas defensas con tapón incluído de Taj Gibson sobre Leandro Barbosa, que desencadenaría en una jugada de tres tiros libres para Nikola Mirotic que pondrían por delante a los Bulls (81-82). El partido alcanzaba un gran nivel por parte de ambos, agresivos en defensa y luchando por cada canasta en ataque, Stephen Curry anotaba un triple para poner a los suyos tres puntos arriba. A falta de cinco minutos, los campeones vencían 92-89. Finalmente los Bulls fueron anulados en la recta final del partido, y dos triples consecutivos de Harrison Barnes cerraron la victoria local. El partido finalizó con 106-94.

Los mejores del partido fueron Jimmy Butler con 28 puntos 9 rebotes y 7 asistencias, y Harrison Barnes con 20 puntos y 9 rebotes. Ha sido sin duda uno de los partidos que demuestran la grandeza del baloncesto.

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