Buen partido para abrir boca, en esta espectacular noche de Navidad, entre los Heat y los Pelicans, que ofrecieron, eso sí, más emoción que baloncesto en el primer choque de la jornada. El encuentro, controlado por los locales durante los tres primeros periodos, se acabó yendo a la prórroga con el 78-78 y ahí, los de Miami estuvieron mucho más acertados que su rival.

Los Heat dominan en el inicio

El choque comenzó con ritmo y con unos Heat dominantes gracias al buen hacer de un Chris Bosh estratosférico en el trama inicial del primer cuarto y al jugador franquicia de los de Miami, Dwyane Wade. Tras dos canastas de estos dos, los locales se iban 7-0 con un parcial inicial que obligó a parar el encuentro a Alvin Gentry a las primeras de cambio y a falta de 9:31 para el final del primer acto.

Los locales comenzaron mucho mejor el partido y se fueron al final del primer cuarto, 27-15, 12 arriba

El toque de su entrenador pareció hacer despertar a los Anthony Davis, Omer Asik y compañía que tras una gran canasta de tres del primero se enganchaban en el marcador, para el 11-7. Los Pelicans aumentaban en lo que a sus prestaciones defensivas se refiere y a los locales les costaba, ahora sí, un mundo el conseguir una canasta.

Dos puntos más de Davis, para nueve en su cuenta particular, ponían a los suyos 15-13 y comenzaban a generar dudas en la defensa de los de Spoelstra que buscaban la forma de parar al 23 que hacía un daño supino en el ecuador del primer cuarto.

Con el mejor jugador de los Pelicans controlado, todo era mucho más fácil para los Heat ya que ni Eric Gordon ni Tyreke Evans ni compañía eran capaces de completar el juego de los de New Orleans añadiendo a los puntos interiores del de Chicago, algún punto desde la media-larga distancia. Con esto que apareció Hassan Whiteside para romper, de nuevo, el partido. El 21 de los de Miami se iba hasta los 6 puntos y 11 rebotes al final de los primeros 12 minutos, y los Heat, 27-15, 12 arriba.

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Anthony Davis tira del carro

El segundo cuarto comenzó con un Norris Cole, que volvía al AmericanAirlines, intentando llevar la manija de unos Pelicans que comenzaban a entender que entrar en una guerra a un número elevado de puntos con los Heat no les venía bien, por eso el base comenzó a implantar un ritmo lento, pausado y con unas posesiones largas para calmar el juego local e intentar acercar a los suyos en el marcador, lo que se produciría al final de los segundos 12 minutos.

Anthony Davis se iba al descanso con 20 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones en su haber

Los Heat continuaban cómodos en una noche de Navidad en la que Wade sonreía más de lo normal sabedor de que iba a ser uno de los protagonistas del choque. Él y Bosh, que con una bonita canasta ponía el 33-22 y seguían dominando en ataque ante unos dormidos Pelicans que necesitaban un revulsivo.

Revulsivo que llegó de la mano de un Anthony Davis que continuaba siendo el mejor de los visitantes, que dejaba a los suyos a solo cuatro puntos en el marcador y que se iba al descanso con un doble-doble en el bolsillo de 20 puntos y 10 rebotes, además de 3 asistencias y 3 tapones. Daba la sensación con el 42-38 con el que se llegaba al tiempo de asueto que solo un gran Davis podía quitar la victoria a los de Erik Spoelstra.

Los errores dominan a los aciertos en el tercer cuarto

El tercer periodo comenzó igual que había finalizado el segundo, con un inconmensurable Anthony Davis que ponía a los suyos a solo un punto para el 42-41 después de un triple de muchos quilates y con demasiada oposición. Nadie conseguía parar al 23 que comenzaba a amenazar el Airlines Arena de una manera seria.

El tercer cuarto no fue bueno, pero los Heat se iban con una ventaja suculenta al final del tercero

El run run comenzaba a sonar en la grada hasta que de nuevo un Bosh muy acertado en la tarde-noche de hoy, volvía a hacer de las suyas y abría de nuevo una distancia suculenta para los suyos, hasta el 51-43, ocho arriba.

El encuentro no era bueno, ni mucho menos, y los errores se imponían a los aciertos. Los porcentajes de tiro por parte de ambos conjuntos eran malos y por consiguiente, el partido también. Los Heat se tenían que conformar con firmar un 39% en tiros de campo, mientras que el promedio de los Pelicans era aún peor con un ínfimo 33%.

Los locales que se iban 63-52, 11 puntos arriba en el marcador y con la sensación de tener el partido más que controlado.

Un final de infarto

El último acto arrancó con otra canasta de un Chris Bosh que se iba hasta los 18 puntos en su cuenta particular. Los Pelicans, sin embargo, no se daban por vencidos y a base de trabajo intermitente en defensa y del buen hacer de un Ryan Anderson que se conectaba al partido llegando a los 12 puntos y poniendo a los suyos a siete, 68-61, seguían con opciones de llevarse una contienda que se igualaba poco a poco.

El propio Anderson con una canasta de tres puntos hacía saltar las alarmas en el santuario de los Heat, ya que ponía a los Pelicans a solo cuatro puntos, para el 70-66 provocando el tiempo muerto de Erik Spoelstra a falta de 6:30 para el final del choque. De poco sirivó la charla del técnico de los de Miami ya que las canastas de Jrue Holiday y Norris Cole equilibraban la balanza hasta el 70-70.

Davis tuvo en su mano la victoria para los Pelicans pero finalmente los Heat se llevaron la victoria en la prórroga

Se complicaron en demasía unos Heat que tenían el partido controlado hasta este último periodo y que tuvieron que ver como los Pelicans se ponían 78-78, gracias una buena canasta de Eric Gordon que igualaba la contienda. Davis tuvo la posesión final para que los visitantes se llevaran la victoria pero falló el tiro decisivo y el partido, primero de este día de Navidad en la NBA, se iba a la prórroga.

En la misma, parece que los locales despertaron del letargo de los últimos 12 minutos y un triple de Luol Deng les daba una ventaja mínima de tres puntos para el 83-80. Los Bosh, Whiteside y compañía subían en lo que a la actividad defensiva se refiere y los de Miami que gracias al acierto en ataque de su capitán, Dwyane Wade, sobre todo desde el tiro libre, que conseguían la 17ª victoria de la temporada por 94-88 y que dejaban a su rival tocado (que venía de ganar a Trail Blazers y Nuggets), con un balance de nueve triunfos y 20 derrotas. Buen entrante para comenzar una noche fantástica de baloncesto.

Fotografías: Miami Heat