Ha sido cruel el destino con la franquicia de la Conferencia Este en los últimos tiempos. Primero la lesión de su gran estrella, Paul George, el pasado 2 de agosto de 2014 en un partido amistoso de la selección estadounidense de cara a preparar el Mundial de Madrid de ese año en el que se acabarían imponiendo. Una fractura de tibia y peroné, sumamente aparatosa, que le impidió pisar las pistas prácticamente toda la temporada (jugó los últimos seis partidos para ir cogiendo forma promediando 8,6 puntos). Y segundo por el hecho de no poder acabar la pasada temporada en puestos de playoff tras caer en la última jornada ante los Grizzlies de Memphis y ver como eran los Nets de Brooklyn los que ocupaban la octava posición en la clasificación del Este y se metían en la fase final, en la lucha por el Anillo.

Este año es diferente. Las cosas funcionan en un equipo en el que cada uno conoce su rol. Paul George es la estrella de un equipo con un plantel interesante en el que Monta Ellis aparece cuando se le necesita, en el que C.J. Miles es una amenaza desde la media-larga distancia y en el que un puñado de buenos jugadores como Jordan y George Hill o Ian Mahinmi, conforman un equipo competitivo  y con muchas cosas que decir esta temporada.

Sin playoffs en la 2014-2015

La ausencia de George resultó definitiva e irremplazable la campaña pasada. Temporada cruel para un equipo que tenía que ver como su máxima estrella se lesionaba de gravedad y tenían que asumir que la temporada 2014-2015, sin el 13 (por aquel entonces el 24), iba a ser complicada, sumamente complicada.

Pese a la ausencia de Paul George, los Pacers llegaron al tramo final de la temporada pasada con opciones de meterse en playoffs

A la lesión del de California hubo que sumarle también las marchas de Lance Stephenson que hizo las maletas rumbo a Charlotte y de Evan Turner. C.J. Miles y Rodney Stuckey llegaban para completar un plantel en el que ni David West (ahora en los Spurs de San Antonio) ni Roy Hibbert (en Los Angeles Lakers) quisieron o supieron coger los galones que la ausencia del capitán requería.

Pese a esto y tras un mal inicio de temporada, los Pacers llegaron al final con opciones de meterse en playoffs en una última jornada cargada de emoción y tensión en la que su derrota ante los Grizzlies por 95-83, tras un partido estratosférico de un Marc Gasol que se fue hasta los 33 puntos y 13 rebotes, les dejaba fuera de la fase final con el mismo balance que los Nets de 38 triunfos y 44 victorias. Los de Brooklyn ocupaban la octava posición del Este y los de Indiana que se llevaban un palo duro y cerraban una temporada para olvidar.

Paul George contra Memphis. Fotografía: Eldesmarque

Escuderos lujo para Paul George

El chasco de la temporada anterior llevó a la secretaría técnica de los Pacers a realizar una importante reestructuración en su plantilla. Las bajas de jugadores lentos como Roy Hibbert, Chris Copeland, Damjan Rudez, Luis Scola, Donald Sloan, C.J. Watson y David West y los fichajes de Monta Ellis, Chase Budinger, Rakeem Christmas, Jordan Hill, Joseph Young o Myles Turner dejaban claro el cambio de estilo que se iba a instaurar en la franquicia que comanda desde la banqueta Frank Vogel.

Los Pacers ha cambiado de un estilo de juego lento a uno rápido, dinámico y vistoso

De un equipo lento, de posesiones largas y poco espectáculo, con el protagonismo claro de los jugadores interiores como West, Scola o Hibbert se ha pasado este año a un estilo rápido, con transiciones veloces, ataques dinámicos, en los que los aficionados de los Pacers que acuden hasta el Bankers Life Fieldhouse disfrutan, más aún si repasamos el balance de 11 de 15 triunfos que ostentan los de Indiana en su santuario en lo que llevamos de temporada.

Fichajes de gregarios que suponen el complemento perfecto a un Paul George que ha vuelto con fuerza y que quiere pelear el MVP a jugadores de la talla de Stephen Curry, James Harden y compañía.

Monta Ellis. Fotografía: bleacherreport

El retorno del rey

Ya se produjo la temporada pasada. El 6 de abril de 2015 Paul George volvía a las pistas después de estar nueve meses en el dique seco tras romperse tibia y peroné en una de las lesiones más espeluznantes y aparatosas que se recuerdan en los últimos años en lo que al mundo del deporte se refiere. Regreso con victoria esa noche ante los Heat 112-89, con un buen partido del 13 que se fue hasta los 13 puntos, 2 asistencias y dos rebotes.

George volvió el pasado 6 de abril a las pistas y disputó los seis últimos partidos de la temporada 2014-2015

En esos últimos seis choques de la temporada promedió 8,8 puntos, 3,7 rebotes y 1 asistencia en 15 minutos por encuentro. El buen hacer del estandarte del equipo no sirvió para alcanzar los Playoffs. Sin embargo, este año es otra historia.

George ha vuelto mejorado y está completando una primera parte de temporada espectacular promediando 24 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias con un porcentaje del 40% desde la media-larga distancia. Estos Pacers son otros y con el 13, el playoff está al alcance de la mano.

Paul George. Fotografía: NBAdestiny.

Un equipo mejorado y peligroso

En la actualidad, los de Indiana son terceros de la Conferencia Este con un balance de 18 victorias (a dos de los Cavaliers que son primeros) y 12 derrotas y, o mucho se tuercen las cosas de aquí al final de la temporada, o van a estar en la fase final, en pugna por la consecución del anillo.

Los Pacers son un equipo mejorado, no solo porque ha aparecido la mejor versión de George, sino porque Monta Ellis, C.J. Miles y compañía también suman con asiduidad y aportan el trabajo en equipo necesario para cubrir a su estrella. Los de Frank Vogel caminan con paso firme y prometen dar mucha más guerra esta temporada.