Oklahoma City Thunder recibía al mejor equipo de la liga, en un gran momento para los de Billy Donovan. Afianzados en el tercer escalón de la Conferencia Este, y con Westbrook y Durant viviendo un espectacular momento de forma. Por su lado, los Warriors llegan en una cita constante con la historia. Pocos récords le quedan por batir, pero parece que el más complicado de todos, el de conseguir llegar al 72-10 de los Bulls de Jordan, está más cerca que nunca. Si hablábamos de la forma de las estrellas de Oklahoma City Thunder, el nivel de Stephen Curry es inigualable. Esta misma semana ha hecho partidos de más de 36 puntos en todos y cada uno de ellos, anotando este pasado jueves, 51 puntos ante Orlando.

Sin duda, un partido de lo mejor que se puede ver en la NBA, y que no tiene muestras de que pueda decepcionar. Todos los ingredientes son de primerísimo nivel.

OKC comenzó marcando territorio

Oklahoma no quiso perder el partido antes del segundo cuarto, y es por ello, que salieron a pista a comerse a los de la bahía. Un gran despliegue ofensivo logró que este primer cuarto fuera propiedad privada de los Thunder. Se marcharon al segundo cuarto con una diferencia de 10, lo que hacía aun más atractivo el partido. Sin embargo, es bien conocido el alto nivel de puntuación y de ritmo de los Warriors, pero, ¿podrían aguantar ese ritmo los púpilos de Billy Donovan?

Durant anotando entre toda la defensa visitante. Fotografía: NBA.com
Durant lanzando entre toda la defensa visitante. Fotografía: NBA.com

Vaya si lo hicieron, y además conteniendo perfectamente al ataque visitante. Un Westbrook parando como podía a Curry en sus penetraciones -porque en el tiro exterior era imposible-, Ibaka haciéndose grande bajo el aro y un Durant multiusos liderando. Con todo esto, OKC se impusó en esta primera parte por 57-46, obligando a Golden State a dar el máximo para llevarse el partido.

Despertó el dragón

Stephen Curry no quería dejar escapar el partido y se puso a funcionar. Triple allí, triple aquí, maravilla allí, maravilla aquí. Iba a ser la noche de Curry. El base enchufó a sus compañeros, que poco a poco lograron reducir diferencias. Draymond Green e Iguodala luchaban cada posesión contra Ibaka y compañía, haciendo que el partido adquiriera esos tintes de competitividad e intensidad de un partido de estas características. Seis puntos fueron los que consiguieron reducir, dejando para el último cuarto una diferencia de tan solo cinco puntos.

El último cuarto fue, sin duda, el peor para los Thunder. La muñeca se encogió para la mayoría de los jugadores, pues esto no era un partido más, y sumado a que la defensa visitante apareció, el partido estaba en un puño. Sin embargo tuvimos que esperar hasta el último segundo para ver quien era el ganador.

Iguodala forzó la prórroga

El partido llegó al final con una diferencia de dos a favor de Oklahoma y con la última posesión del partido en manos de Iggy, enfrente Kevin Durant y todo un pabellón presionando. André fue más listo y forzó una falta que le concedería dos tiros para igualar el partido e ir al tiempo extra. Anotó los dos tiros y no hubo tiempo para más.

La prórroga encumbró al MVP Curry

A pesar de contar con Curry en racha, Oklahoma salió mejor en estos cinco minutos extra, definieron bien bajo el aro y consiguieron parar en el mismo lugar a los hombres de Kerr. Pero claro, no podía ser desde otro sitio que desde más allá de la franja de triple. Primero Stephen Curry, que igualaba su propio récord de más triples en una temporada, después Klay Thompson para apretar el marcador, y luego… Luego con 118 iguales, ya sin Durant, expulsado por faltas, Westbrook no conseguía anotar y dejaba seis segundos para hacer magia. Stephen cogía el balón en su campo, y apenas traspasar la línea divisoria, a más de 10 metros de la canasta, lanzaba un triple que entraba para ganar el partido, deslumbrar al mundo, hacernos creer la vida en otros planetas, y sobre todo, para hacer historia.

Curry acababa el partido con el récord absoluto de triples en una temporada, a falta de más de mes y medio de competición, e igualando a Kobe Bryant y a Marshall de más triples en un partido. 46 puntos con un increíble 12/16 en triples. Thompson 32 puntos. Kevin Durant puso en jaque al mejor equipo de la NBA con 37 puntos y 12 rebotes, Westbrook hizo 26 puntos con 13 asistencias e Ibaka 15 puntos con 20 rebotes.

Golden State suma el 53-5 y OKC el 41-18. Sin duda, el mejor partido de la temporada.