Miami volvió a ganar, y lo hizo en una orgía anotadora que no se había vivido antes en el sur de Florida este año. 129 puntos para un equipo que acostumbra a hacer menos de 97 puntos por partido, siendo penúltimo en este aspecto, solo por delante de Philadelphia. 

Martillo pilón

Ambos equipos comenzaron el duelo machacando a sus rivales por dentro, cosa que surtía más efecto del equipo de Illinois, ya que Gasol, era más poderoso en el poste bajo que la pareja interior formada por Stoudamire y Deng. Un small-ball que sufría los estragos que causaba el 16 de los Bulls, que terminaba el primer periodo con 9 puntos en su haber. Rose, que volvió después de perderse tres partidos, también estaba siendo agresivo con las penetraciones, que le daban un gran resultado. Por parte de Miami destacaba un rejuvenecido Johnson que enchufaba sus tres primeros tiros sin fallo alguno. Por el contrario, Dragic comenzaba fallón en el tiro, pero se fue afinando con el paso de los minutos. Con un racha de 8-0, con cuatro minutos aún por disputarse, Miami se veía con una ventaja de nueve puntos, que no conseguirían mantener al final del cuarto. 

En el segundo cuarto, con los suplentes en pista, vimos pinceladas del partido que iban a realizar Whiteside y Portis, los máximos referentes de ambos banquillos en el día de hoy, aportando puntos, rebotes y presencia interior. Rose mientras tanto seguía a lo suyo, recordando tiempos más felices, allá por 2011, y se dedicaba a rememorar al viejo Rose, con bandejas con contacto inverosímiles que acaban en canasta. Y minuto a minuto, los Bulls iban remontando esa desventaja que sufrían desde el primer cuarto, hasta que llegaron a finalizar este a solo tres puntos de sus rivales. Ambos equipos estaban tirando muy bien, por encima del 50% en tiros de campo y del 40% en triples, y con actuaciones destacadas, por ejemplo, de Deng y Gibson, con 13 puntos cada uno y dando la sorpresa.

El show de Johnson

No le ha hecho falta mucho tiempo al bueno de 'Jojo' para adaptarse al juego de Spoelstra. Lo demostró en este cuarto, con canastas de todos los colores; tiros en suspensión, bombas después de giro, bandejas con contacto, etc. Pero no solo anotaba el rejuvenecido Joe, sino que también asistía, formando una genial dupla con Stoudamire, que también estuvo soberbio en este cuarto, sobre todo defensivamente. A mita del cuarto, se cambiaron los papeles, y Wade y Whiteside tomaron el relevo para guardar la ventaja de los locales. Y lo cumplieron con creces. A todo esto hay que sumarle la silenciosa, pero efectiva actuación en todo el partido de Deng. En este cuarto, con esas geniales duplas, los de Chicago se ven incapacitados de remontar y terminan el cuarto a 13 puntos de su rival, que ya se veía con la victoria en las manos. 

Vender la piel del oso

Y eso hicieron en 'South Beach'. Dieron por muertos a los mermados, pero combativos Bulls, que gracias a su banquillo, consiguieron reducir esa desventaja de 13 puntos a tan solo 6 puntos en el ecuador del cuarto. Pero fue sacar Erik a su guardia pretoriana y volver a finiquitar el partido con una facilidad pasmosa

Destacaron por encima de todos. en la parte victoriosa, Whiteside, que consiguió el sexto doble-doble desde el banquillo, récord de la franquicia, con 26 puntos, 14 rebotes y 4 tapones. Estuvo bien arropado por el recién llegado Joe Johnson, que aportó 24 puntos y por Deng, que dejó su marcador en 20. De la parte triste de la derrota, destacó Rose con 17 puntos, por encima de siete jugadores que acabaron en dobles dígitos en el equipo de Hoigberg, insuficientes para conseguir la victoria a domicilio.

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