Espectacular duelo entre dos de los titanes del Viejo Continente. El grupo F se sigue calentando a cada partido y los blancos buscaban ratificar su gran momento ganando a unos moscovitas líderes y plagados de estrellas. Comienzo de mucho estudio mutuo y baja anotación. Bastantes fallos en los tiros de ambos conjuntos, que entraban muy fuerte al rebote para no dar segundas oportunidades. El estiloso Vorontsevich veía aro desde el perímetro, pero respondía un Gustavo Ayón en estado de gracia.
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Muchos duelos de lujo, pero especialmente talentoso el que enfrentaba a Llull y Nanco de Colo, dos auténticos fuera de serie que se tenían un evidente respeto mutuo. Itoudis comenzaba a mover su monstruoso banquillo y entraba en pista un tal Milos Teodosic, que lleva tres partidos seguidos con más de 20 puntos. Su compañero de baile iba a ser otro superdotado como Sergio Rodríguez. Todo seguía absolutamente igualado y los puntos subiendo al electrónico con cuentagotas, Posesiones muy elaboradas y estáticas. Tras el triple desde ocho metros del Chacho, respondía Teodosic con una entrada con rectificado. Final del apretado primer cuarto (18-18).
El CSKA golpea primero
Los blancos se encontraron de frente con el problemas de las faltas. En apenas un minuto le cayeron tres personales consecutivas, con la consecuente pitada del Palacio. Dentro de un partido tan pegajoso y duro, cada vez que los merengues podían lanzar una contra y correr la pista sus aficionados se levantaban de los asientos. Más rotaciones y Laso ponía en pista la tercera unidad de Taylor y Nocioni. El argentino las tenía pardas en una lucha de guerreros contra el poderoso Kyle Hines, que veía aro con facilidad.
Permanecía la paridad en casi todas las facetas del juego, no solo en puntos, sino también en rebotes, e incluso en la guerra de tapones que se vivía en las zonas. Estaba haciendo mucha sangre la conexión entre Khryapa y Hines, que jugaban un mortal pick&roll entre hombres interiores. Los merengues seguían fallando ingente cantidad de triples (3/17) y ahora los moscovitas imprimían un mayor ritmo al duelo y encontraban al hombre libre. Ventaja de +6 para los visitantes y tiempo muerto de Laso. Permanecía la caraja blanca, y el cañonero Fridzon aumentaba la brecha. Gracias al triple de Llull sobre la bocina (toda una tradición) los blancos limaban algo la desventaja. A vestuarios con 37-42.
Todo apretado
Comienzo de la segunda mitad y el Madrid que seguía ciego desde la larga distancia. A cambio le caía la cuarta personal a Joel Freeland. Los rusos daban la réplica con otro triple de Vorontsevich, por lo que mantenían la ventaja en el marcador. Además, la bestia Hines se estaba haciendo el rey de la pintura cogiendo todos los rebotes. No había tregua en el partido, las defensas eran realmente correosas, y al más mínimo desajuste defensivo los moscovitas veían aro, como un afilado Nikita Kurbanov. Jaycee Carroll llegaba al rescate de los madridistas, con dos triples consecutivos del asesino mormón.
Se calentaba aún más el enfrentamiento con la falta antideportiva y posterior técnica a Kyle Hines. Gracias a ello los blancos sumaban seis puntos consecutivos y empataban el duelo. Además el CSKA llegaba ya al bonus de personales. Pero en los momentos clave aparecía Nando de Colo para enchufar su primer triple, lo que sumado a la falta en ataque de Ayón les daba otra ventaja. Ya con los dos equipos cargados de faltas en esta guerra de desgaste hubo un carrusel de tiros libres. Sergio Llull, que estaba haciendo una defensa primorosa sobre De Colo también entraba a canasta. Final del apasionante tercer cuarto con 62-64.
Victoria rusa
El último parcial amanecía con un excelso triple de Teodosic, demostrando que los rusos tienen potencia de fuego de sobra. Los dos equipos se seguían haciendo mucho daño a la mínima distracción, consecuencia de la gran calidad de sus jugadores. Momentos de electrocución merengue, que seguían fallando todo desde el 6.75 y perdían el ritmo del encuentro. Con menor intensidad en las marcas defensivas, hombres-bomba como Vitaly Fridzon encontraba el espacio suficiente para enchufar sin piedad hasta dos misiles consecutivos. Parcial de 6-13 y tiempo muerto de Laso. Pero seguía la sangría rusa con otro canastón de Higgins y +12 para los visitantes.
Fridzon seguía aniquilando al Madrid a base de triples y ponía la ventaja en la barrera psicológica de los diez puntos. Otro tiempo muerto de Laso, pero se estaban acabando las oportunidades para remontar. Cuando todo parecía perdido, los merengues apretaron en defensa y propiciaron dos pérdidas de balón consecutivas del CSKA, poniendo el duelo a cinco puntos y faltando menos de un minuto. Tras varias jugadas de estrategia, los merengues volvieron a mostrarse poco finos en los tiros y los moscovitas se llevaron el duelo (87-96) ratificando su liderato. Al Madrid le queda un duro camino fuera de casa.