Golden State Warriors venció a Oklahoma City Thunder en el Oracle Arena de Oakland (California) por 121-106 en partido correspondiente a la temporada regular de la temporada 2015/16 de la NBA.

Los cuatro grandes protagonistas, Curry, Thompson y Westbrook por sus malos porcentajes y Durant por sus pérdidas, dejaron paso para que fueran hombres como Ibaka, Livingston, Singler o Speights los que llevaran peso específico en los ataques de sus equipos. Prevaleció Golden State gracias a la subida de líneas en defensa en los minutos finales.

Fuente: NBA
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Nadie se lo podía perder

Tras el apoteósico partido de una semana antes, donde Curry hizo y deshizo hasta que paró el mundo con un tiro para el recuerdo, pocos se querían perder la vuelta en Oakland. Además suponía el retorno de Curry tras un partido de descanso, arrastrando molestias del choque con Westbrook en dicho partido.

Por su parte, los Thunder encaraban un back-to-back tras la remontada sufrida ante los Clippers.

Calentando muñecas

Salto para los Warriors, que empezaban con dos tiros libres fallados de Green. Era Durant quien abriría el marcador, aunque poco tardará Curry en calentar la muñeca. De hecho, un baile del uno al otro (Curry a Durant) era el que ponía el primer “oh” en las gradas del Oracle Arena.

Era el ‘35’ visitante quien mantenía a su equipo, pero se tomaba un respiro rápidamente. Salía Kyle Singler en su lugar, y lo hacía con cinco puntos consecutivos. Pero quién no iba a ser menos que Steph Curry, que ponía dos triples en dos jugadas a cada cual más escorada. Ese último triple ya preocupó a Donovan, que frenó el partido pese a sólo perder por dos puntos.

Con la salida de Varejao, que colocó un 2+1 nada más entrar, había amenaza de mínima escapada. Una vez más, al rescate Durant con cinco tiros libres convertidos tras dos faltas de tiro seguidas. Fallos en las acciones finales y un 29-28 para acabar el primer plato.

Los Thunder se agarraron bien

Tras siete cambios de líder en el marcador en el 1º cuarto, uno más. Waiters iniciaba el 2º con dos tiros libres que volvían a otorgar el liderazgo a los visitantes.

Era el momento de la salida de las segundas unidades, y ahí Shaun Livingston -que mandaba a Waiters al poste bajo y le sacaba un 2+1 rápido- está moviendo como nadie esta temporada. Por un lado, Kevin Durant y Klay Thompson, que se habían quedado en la retaguardia para dar más poder a esos quintetos menos habituales, se enzarzaban en triples cruzados, pero eran Enes Kanter y Marreese Speights quienes les ayudaban de buena manera.

Con 6/6 en tiros los Warriors se iban de eso, de seis, en el marcador. Los Thunder contrarrestaron esto atacando el aro para lograr rebote ofensivo, lo que les permitió volver a apretar el encuentro.

Singler, que seguía aportando, y el silencioso Ibaka contrarrestaban a Curry, quien con uno de sus clásicos triples desde nueve metros y una bandeja de cuerpo vuelto ponía el 63-61, marcador con el que se llegaría al descanso tras una mala jugada final de Westbrook.

OKC fue a por todo

Salieron fríos los locales de vestuarios. Un parcial de 0-6 hizo que Kerr pidiera tiempo muerto cuando no habían pasado ni tres minutos del nuevo periodo. Con una suspensión tras finta, Harrison Barnes rompía el parcial de 0/5 tiros para su equipo.

A partir de ahí, nuevo apagón de Golden State para que los Thunder lograran enjugar una ventaja que llegó a ser de nueve puntos. Y pese a las molestias de Westbrook, que se dolía tras una caída.

Tuvieron que ser Green, Barnes, Speights e Iguodala los que dieran con un parcial de 11-3 para llevar a la igualada, valga la redundancia, al marcador al final de tercer cuarto (82-83) después de un doble fallo de Curry.

Ocurrió lo obvio

Justo al contrario que en el tercero, en el cuarto ídem fueron los Thunder quienes recibieron un parcial chocante de inicio, 7-0. Y, como ya había pasado también anteriormente, eran los suplentes los que hacían la diferencia.

Pero llegó el momento del achicharramiento. A los Thunder se les paraban las piernas, algo que recayó sobre todo en el único qu estaba jugando bien hasta ese momento para los de Billy Donovan, y ese era Durantula. El alero cometió 9 de las 14 pérdidas de su equipo, la mayoría en esos intantes decisivos, gracias también a la mayor presión que pedía Kerr a los suyos.

Pero faltaba la guinda, lo que iba a sentenciar el encuentro. No podía faltar. Curry cuajó un partido flojo, pero estuvo listo para dar la puntilla y coronar otra importante victoria de sus Warriors. El resultado final fue de 121-106.

Ya igualan a los Bulls

Los Warriors buscan el 72-10 de los Bulls de 1996, pero les igualan con esta victoria en otro apartado. 44 victorias consecutivas en casa, empatando por el récord histórico de la NBA. El próximo encuentro, donde podrían lograr esa marca en solitario, será ante Orlando Magic el lunes 7.