Dos de las franquicias que, a priori, pueden discutir la hegemonía de los Cavaliers en la Conferencia Este, medían sus fuerzas en la noche de ayer. Los Raptors, segundos clasificados, recibían a los Hawks, terceros. Los de Canadá habían ganado los dos encuentros que habían disputado hasta la fecha y buscaban una victoria que terminara de confirmar su segunda plaza, con cuatro partidos de ventajas sobre los Hawks. Los de Georgia por su parte venían en racha tras ganar nueve de los últimos 10 encuentros y buscaban aprovecharse de las dudas de los Raptors, que venían de perder frente a Oklahoma City Thunder y que habían perdido en las últimas fechas contra equipos de entidad como Houston o Boston Celtics.

Toronto salió de inicio buscando los balones en la pintura para Valanciunas. El lituano respondía bien y comenzaba anotando seis puntos en los primeros tres minutos de juego. Pero Atlanta no había venido de turismo y, gracias a Millsap y Teague daba la vuelta al marcador con un 2-9 de parcial.  Casey paró el encuentro y tras las malas decisiones de DeRozan y Lowry volvió al plan inicial para que Valanciunas se fuera hasta los 10 puntos sin que nadie fuera capaz de defenderle. Los locales consiguieron la máxima hasta entonces de seis puntos aprovechándose de las segundas oportunidad y los contraataques, siete puntos por ninguno de Atlanta.

Toronto se distancia

Los Raptors llevaron el ritmo del partido también en el segundo cuarto. Pese a que Lowry seguía tirando igual de mal de dos puntos que en los últimos cinco encuentros (26% en tiros), sus tiros libres y sus tres triples anotados dieron alas a los de Canadá que pusieron el +10 en los primeros minutos del segundo cuarto. Además, en canasta propia, los de Casey cerraban muy bien el rebote y salían al contraataque con rapidez para anotar en transición. Los pocos tiros liberados que dejaron, fueron fallados tanto por Scott como por Korver (0 de 5), ambos pocos acertados hasta el descanso.

Con poco más de tres minutos por jugar y gracias a dos triples de DeRozan, los locales consiguieron un 10-2 que inclinó la balanza hacia su favor (54-41). El banquillo también estaba ganando la partida hasta entonces con 18 puntos de los de Toronto por 11 de los de Georgia. Destacó Patterson con un 66% en triples en los dos primeros cuartos además de capturar cinco rebotes.

Parecía que la historia cambiara tras el descanso y después del fulgurante inicio de los Hawks. Bazemore y Teague lideraban un parcial de 2-10 que anunciaba a todos que volvía a haber partido. Los Raptors habían salido muy parados en defensa y desacertados en ataque por lo que Casey pidió tiempo muerto y todo volvió a la normalidad. Toronto recuperó su identidad en el juego y los rasgos que les habían hecho liderar con comodidad en la primera mitad y así colocaron un 8-0 tras la salida del tiempo muerto que descolocó a los de Budenholzer. Valanciunas, Lowry, DeRozan y hasta Biyombo, todos colaboraban en la anotación. El pívot suplente supo ganarse su sitio en la pintura y conseguir cinco puntos gracias a los tiros libres.  El 14-2 en apenas cuatro minutos y el acierto desde la larga distancia de Ross y DeRozan llevaron a los locales a disputar el último cuarto con un buen colchón de 22 puntos.

De poco pareció servir la diferencia que se habían ganado a pulso los Raptors en los tres primeros cuartos. En solo cuatro minutos habían encajado un parcial de 4-12 que sembraba las dudas en los de Casey. Además la pájara siguió tras el tiempo muerto, los locales no anotaron en cinco minutos y los Hawks se colocaron a nueve puntos con más de medio cuarto por jugar. Esta vez sí salieron despiertos de otro tiempo muerto de su entrenador para poner un 6-0 que sentenció un partido que se les pudo complicar y mucho después de tenerlo totalmente controlado. En el Este todo sigue igual.