No pudo ser. El Iberostar Tenerife cayó derrotado en el Palau y se quedó a las puertas de los playoffs de la Liga Endesa tras toda la temporada remando para poder alcanzarlos. Matemáticamente eran una posibilidad, pero la entidad del rival hacía muy complicada la empresa y acabó pesando demasiado. Los de Vidorreta plantaron cara en la primera mitad, pero el arreón de los de Xavi Pascual en el tercer cuarto rompió el partido y les dejó totalmente noqueados mientras el octavo puesto se escapaba ya de forma definitiva.

Inicio de alternativas

El Barcelona empezó el choque planteando una zona 2-3 que sorprendió a los aurinegros, a quienes les costó entrar en el partido. Su circulación fue algo lenta en los primeros compases, lo que atascó su ataque e hizo que sus primeros puntos tardasen en llegar. Mientras, los catalanes castigaron con un gran acierto desde el triple las largas ayudas interiores sobre Tomic, y pronto lograron una primera ventaja con el 9-2.

Sin embargo, los de Vidorreta no tardaron en, a través de buenos movimientos de balón, encontrar mejores tiros y anotar desde fuera, lo que obligó al Barça a pasar a una defensa individual. La ventaja se redujo a la mínima (15-14), y el Iberostar se infló de confianza y fue creciendo con el paso de los minutos. Pese a que el acierto de Doellman (13 puntos, nueve de ellos desde el triple, en el primer cuarto) volvió a abrir la brecha hasta el 23-16 al final de los primeros 10 minutos, daba la impresión de que los tinerfeños estaban metidos de lleno en el partido.

El Iberostar despedició varias acciones para ponerse por delante en el marcador

El inicio del segundo cuarto confirmó estas sensaciones, pues con un parcial de 2-9 de salida el encuentro quedó igualado a 25. El Barcelona pasó por momentos de auténtico atasco ofensivo, de hecho tardó cuatro minutos en anotar su primera canasta en juego, y solo la fuerza de Samuels en el rebote ofensivo parecía hacerles superiores en alguna faceta. No obstante, los chicharreros no terminaron de aprovechar estos momentos de incomodidad blaugrana, y desperdiciaron varias situaciones cómodas que podrían haberles puesto por delante y llevarles mandando al descanso.

El choque entró en una fase de desacierto, y en los dos últimos minutos un pequeño arreón local, no demasiado intenso, fue suficiente para volver a abrir la brecha hasta los ocho puntos y poner el 40-32 en el electrónico. Fue, posiblemente, más premio de merecido para un Barcelona un tanto apagado, que pudo haberse complicado el choque si los aurinegros hubiesen encontrado algo más de acierto antes del descanso.

Recital azulgrana

El panorama fue radicalmente opuesto en cuanto arrancó el tercer periodo. Los de Pascual salieron enchufadísimos de los vestuarios, y con un parcial demoledor llevaron la ventaja por encima de los 20 puntos en pocos minutos y dejaron el choque visto para sentencia. Ante Tomic brilló más que nadie en este tramo, pues se encargó de dominar todas las facetas del juego: reboteó, intimidó las penetraciones aurinegras, anotó cerca del aro, asistió desde el poste alto… Fue un inicio propio del espectacular equipo que son los barceloneses, que arrollaron a un impotente Iberostar que no pudo hacer más que despedirse de sus opciones de playoffs.

Ante Tomic lideró un parcial de 14-0 para sentenciar el partido

El golpe fue demasiado duro y se produjo en demasiado poco tiempo como para que los de Vidorreta pudiesen reaccionar a él. Quedaron totalmente noqueados, y comenzaron los minutos de diversión para el Palau. Viéndose ya ganadores, los jugadores catalanes se vinieron arriba y ofrecieron su mejor versión para celebrar el primer puesto de la fase regular por todo lo alto. A base de triples desde ocho metros, tapones y mates espectaculares el Barcelona empezó a celebrar una fiesta que deberá culminar ahora haciendo valer el factor cancha en las eliminatorias que le quedan por vivir.

Todo lo contrario se vio en el Iberostar. Sabiéndose derrotados y convertidos en un sparring, la moral aurinegra quedó muy debilitada y el equipo se limitó a esperar la bocina final confiando en que la diferencia fuese lo más estrecha posible. Lo intentaron, pero era demasiado complicado como para pedirles más. Con todos los problemas surgidos a lo largo del año, no se le pueden poner demasiados peros a este equipo. La temporada que viene, arrancando desde cero, tendrán una nueva oportunidad. Por esta vez, ya han cumplido.