Los Golden State Warriors afrontan su momento más delicado desde la llegada de Steve Kerr al banquillo durante el verano de 2014. Desde entonces, tras un título de campeón en 2015 y una temporada de 73 victorias en fase regular en el presente 2016, el conjunto de Oakland no se ha visto en una situación igual; 3-1 en contra en las finales de conferencia contra los Thunder y la obligación de ganarlo todo para seguir con opciones de revalidar título.

Los Oklahoma City Thunder, pese a partir como tercer favoritos en el oeste, están a punto de dar una de las mayores sorpresas de los últimos años y plantarse en las finales tras dejar fuera a Spurs y Warriors, dos de los mejores equipos de la historia. Los de Billy Donovan están basando su éxito en un gran estado físico, un gran trabajo en defensa y sobre todo, un recital de juego ofensivo de sus dos estrellas, Kevin Durant y Russell Westbrook, muy bien apoyados por secundarios como Steven Adams o Andre Roberson.

Los Warriors no están sabiendo cómo frenar el juego ofensivo 'thunder' y tampoco cómo sobreponerse a la férrea defensa sobre hombres clave como Stephen Curry o Draymond Green. El dos veces MVP, tras la segunda derrota seguida en Oklahoma, reconoce la superioridad de los locales aunque reivindica a su equipo: "La serie aún no ha terminado". "Tenemos que creer en nosotros mismos. Obviamente, hay frustración. Es una sensación terrible, una vez más, no ser nosotros mismos y jugar nuestro juego", confesaba el '30' de los Warriors.

"Somos un equipo especial. No nos vamos a ir a casa así"

El base no da por perdida la eliminatoria pese a estar 3-1 en la serie y lo que es peor, la sensación de superioridad de los Thunder en los últimos encuentros. Curry sigue confiando en sus compañeros: "Somos un equipo especial. No nos vamos a ir a casa así". 

Ni Curry ni los Warriors están jugando a su mejor nivel en esta eliminatoria. La prueba es que el actual MVP no pasó de los 19 puntos (6/20 en tiros) con seis pérdidas de balón en este Game 4. Por el contrario, Westbrook se reivindicó con 36 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias. El de Akron se culpó a sí mismo por "no controlar la situación". 

El primer MVP unánime de la historia dijo que en los próximos partidos jugaría "mejor", ya que la responsabilidad de que el equipo juegue bien "recae sobre sus hombros". Por otra parte, Curry no puso su estado físico como excusa tras lesionarse en dos ocasiones en los presentes Playoffs: "Estoy bien".

"Ahora es todo o nada. Hemos trabajado demasiado para acabar el año así"

Draymond Green también declaró en la misma línea que su compañero, que esta temporada de 73 victorias en regular season no podía acabar así. "Ahora es todo o nada. Hemos trabajado demasiado para acabar el año así. Yo no sería capaz de vivir conmigo mismo durante todo el verano si nos eliminan de esta manera", confesaba el ala-pívot.

Green está siendo otro de los protagonistas negativos de la serie, después de su flagrante tipo 2 sobre Adams en el tercer partido, acción que le costó una multa de 25.000 dólares y que casi le cuesta una sanción de un partido. Además, el 'All-Star' está rindiendo por debajo de su nivel habitual; en este cuarto partido, acabó con seis puntos, 1/7 en tiros y seis balones perdidos. Lo peor es que con él en pista, los Warriors tienen un 'más-menos' de -73 puntos en estos dos partidos en Oklahoma City, la peor marca en unos Playoffs en el s. XXI.

"Debo ser la energía de este equipo y no lo he sido. Creo que nuestra energía va como va mi energía, y he estado horrible. Al final del día, sé que tengo que ser mejor en el quinto partido", explicó Draymond Green.

"No creo que me hayan afectado las últimas 48 horas pero es la primera vez en mi vida que no voy a responder a las críticas"

El de Michigan también confesó "no haberle afectado" todo el lío con Adams y la posible sanción: "Me he sentido como el domingo. No creo que me hayan afectado las últimas 48 horas pero es la primera vez en mi vida que no voy a responder a las críticas". 

El 118 - 94 de este martes suponía el 3-1 en la serie y rompía una racha de los Warriors de casi un año sin perder dos partidos seguidos, algo que solo sucedió en las pasadas finales contra los Cavs. En este curso 2015/2016, los de Kerr habían ganado los 12 partidos disputados después de una derrota. Por otra parte, la posible eliminación podría quitar mérito a un año de 73 victorias en temporada regular, en la que superaron el 72 - 10 de los Bulls del 96. Sin embargo, ese equipo de Jordan, Pippen y compañía sí fue capaz de llevarse el título. Además, los Warriors suman ya 14 derrotas esta campaña entre regular season y Playoffs, superando así la marca de 13 de los propios Bulls en ese 1996.

Ahora, los de Steve Kerr tienen el reto de levantar un 3 - 1 en contra. Solo nueve veces en la historia un equipo remontó una eliminatoria de Playoffs así; los últimos precedentes, los Rockets contra los Clippers en las semifinales 2015, los Suns a los Lakers en la primera ronda de 2006 y los Pistons a los Magic en 2003. Para encontrar los otros antecedentes hay que remontarse más atrás: los Heat a los Knicks en 1997, los Rockets sobre los Suns en 1995, los Celtics a los Sixers en 1981, Bullets a Spurs en 1979, Lakers a los Suns y Celtics a los Sixers, ambos en 1970.