Esta temporada Sergio Llull ha cerrado el círculo, y ha alcanzado cotas excelsas. Ya el pasado año (el de la "Perfect Season" de los madridistas), fue una de las piezas claves, pero todavía ha conseguido superar su nivel. Marchó en verano sin descanso al Eurobasket con España, y lo ganó siendo un jugador destacado, de los pocos que le dio relevo al omnipresente Pau Gasol.
Diciendo no a la NBA
Durante todo ese tiempo en la concentración de la Ñ, estaba encima de la mesa la inmensa oferta que le habían hecho los Houston Rockets. Nada menos que 21 millones de dólares por tres temporadas, y además siendo un hombre importante en el equipo de Texas, puesto que su propio General Manager salió en rueda de prensa para dejar claro que lo de Llull no era un mero capricho, que llevaban todo el año viéndolo y su posición de falso base con capacidades de escolta y buena defesa era lo que necesitaban Harden, Dwight Howard y compañía.
Muchos pensaban que era una oferta que Llull no podía rechazar, y ya lo estaban dando por perdido. Sin embargo, tras varias semanas guardando absoluto silencio el genio de Mahón dejó claro, ya terminando la concentración con España, que su sueño desde pequeño no era cruzar el charco, sino triunfar con los meregues. Y así decidió quedarse en el proyecto 5.0 de Laso, algo más arriesgado que nunca si cabe, porque después de ganarlo todo tenía que seguir manteniendo el nivel. Y lo llegó a superar. Llull elegía el corazón y no el dinero.
MVP de la Intercontinental
Llull, junto a los otros cinco jugadores madridistas que estuvieron con la Selección, volvía a las filas blancas con apenas tres días de descanso y se metía en otro avión para marchar a Brasil. Allí comenzaba la temporada 2015-16, con el reto de ganar la Copa Intencontinental, para darle aún más brillo a la Euroliga conquistada 20 años después.
Enfrente el Bauru Basket, un equipo claramente inferior al Madrid, pero que llevaba un mes preparando y entrenando a tope los dos partidos de la Intercontinental, y que se conocía perfectamente las nociones técnicas y tácticas de los capitalinos. A ello hay que sumar las numerosas bajas de los madridistas, que no pudieron contar ni con Rudy, ni con Sergio Rodríguez, ni con Jeffery Taylor. Estaban todos fundidos y sin entrenar.
Pese a ello apareció la figura de Llull, que fue el MVP de la Intercontinental, metiendo 17 puntos en el primer partido contra el Bauru (uno que perdieron los merengues por un solo punto y en el último segundo). Su pundonor guió a los blancos para remontar en el segundo y vencer por once puntos. Allí firmó 21 puntos, cinco rebotes y seis asistencias. Era el comienzo de una temporada excepcional.
Regularidad y trabajo
Llull ha sido un auténtico iron man durante todo el año. No ha tenido ninguna lesión de larga duración, ni de gravedad. Ha estado en casi todos los partidos de la temporada regular, de la Euroliga, de la eliminatoria de cuartos ante el Fenerbahçe, de la Copa del Rey (donde el MVP fue Ayón, pero también tuvo un papel muy destacado). Y por si esto fuera poco, todavia lo mejoró en los playoff de la Liga, donde subió de intensidad y acierto.
Y no solo ha estado en todas partes, sino que lo ha hecho mejorando sus propias estadísiticas personales. Esta ha sido la temporada regular en la Llull ha asistido más en los 10 años que lleva en el Madrid. Ello demuestra que ha encontrado a la perfección a sus compañeros y ha apoyado más que nuncia al Chacho en una faceta en la que está más especializado el canario.
El mejor de la Final de Liga
Pero es que ha ello sumó que han sido sus playoff de Liga más anotadores de la historia, superando los 150 puntos en los distintos partidos hasta vencer el título a los blaugranas por 1-3. Ello conlleva una media de 16,2 por partido. Ha enchufado 26 puntos en dos encuentros y alcanzado 30 de valoración en otro. Sin duda, una temporada excelsa, que de nuevo le hacían ganar el MVP de las finales sorprendiendo a los catalanes.
Y tras la celebración, y tras unos pocos días de vacaciones se está preparando ya para los JJOO de Brasil con la Selección, siendo ya un fijo cada vez más destacado de Scariolo. La temporada del doblete (triplete si contamos la Intercontinental), puede terminar en el mismo sitio que empezó, en Brasil. Llull está en el mejor momento de forma de su vida, su físico portentoso le permite aguantar este nivel excelso.
Nota de la temporada: 9