Andrés Marcelo Nocioni, nacido en la provincia de Santa Fe (Argentina), cumplirá este próximo 30 de noviembre 37 años. Casi nada, teniendo en cuenta la enorme trayectoria como profesional que lleva a sus espaldas. Debutó en la Liga Argentina cuando apenas tenía 15 años. Saltó a Europa siendo adolescente, y desde entonces su evolución ha sido fulgurante. El Chapu destacó y se lo rifaron varios equipos NBA. Allí estuvo ocho años partiéndose la cara en Chicago Bulls, Sacramento Kings y Philadelphia 76 Sixers.
En su segundo año con los blancos ha sabido gestionar los esfuerzos perfectamente. Ya la temporada pasada, tuvo picos de forma durante todo el año, pero porque el argentino sabe que las piernas ya no responden como antes, y por eso es experto en llegar on fire en los momentos calientes del año. Ha bajado sus minutos en pista, también motivado por la llegada de cuatro abiertos como Thompkins, pero no ha dejado de ser un elemento constante y cohesionador del doblete.
Un verano sin descanso
El de Santa Fé tuvo una temporada tremendamente exigente en la "Perfect Season". Llegó a ser MVP de la Final Four de Euroliga, todo un hito, demostrando que había venido para hacer al Madrid rey de Europa de nuevo. Y en la final de Liga estuvo imponente, metiendo pinchos a torres del Barcelona que le sacaban 20 centímetros. Una excelsa exhibición física pese a su edad. Tras ello, se marchó en verano al Torneo de las Américas (el Eurobasket del continente americano), para defender una vez más los colores de su selección.
Nocioni ha ganado unos Juegos Olímpicos, una Diamond Ball, dos campeonatos FIBA de las Américas y ha sido subcampeón del mundo con la albiceleste. Lleva casi dos décadas dejándose la piel por su país, y este año no iba a ser menos. Fue el líder en anotación de los suyos, y llegó a la final. Pese a ello perdieron contra Venezuela contra pronóstico. Pero el Chapu nunca descansa ni se rinde. Cogió las maletas y se volvió a la concentración de pretemporada del Madrid, donde apenas estuvo seis días antes de viajar a Brasil para la Copa Intercontinental.
El Chapu siempre está
Y para el primer trofeo del año el eterno guerrero estaba apto para jugar. Los madridistas tenían una cantidad ingente de bajas entre los jugadores lesionados como Rudy, Chacho y Taylor y los nuevos que todavía no entendían el sistema de Laso. Así que disputó muchos minutos contra el Bauru, sacando las uñas y demostrando pundonor sobre todo en el segundo duelo que permitió a los capitalinos llevarse la Intercontinental. La exigencia no daba tregua. La Supercopa de España, el comienzo de la Liga y el primer grupo de Euroliga llegaron sin descanso. Y allí estaba Andrés para salir desde el banquillo.
Durante un par de meses no tuvo actuaciones especialmente destacadas, como el resto de sus compañeros. Estaba resultando muy complicado aguantar el ritmo en el proyecto 6.0 de Laso, venían de ganarlo todo y los rivales se dejaban la piel para poder derrotar al Madrid. Pese a ello apenas se perdía encuentros. No ha tenido lesiones de gravedad durante toda la presente temporada y siempre ha sido un asiduo en la lista de los 12 convocados. Cuando Thompkins hizo acto de desaparación (hasta volver enorme al final), ha cubierto ese puesto de cuatro a la perfección.
Caliente en la Copa el Rey
Avanzaba la temporada y a finales de febrero llegaba el trofeo copero. Muchos dudaban de que el Madrid pudiera ganarla, porque estaba arrastrando cansancio y lesiones. Pero Nocioni dio la cara más que nunca. Laso sabía que se viene arriba en los momentos de la verdad y le puso en pista más de lo normal. Jugó una media de 20 minutos por partido en las distintas rondas. En los cuartos contra el Fuenlabrada firmó 14 puntos, cinco rebotes con magníficos porcentajes de tiro. En las semis contra su ex-equipo el Baskonia llegó a 11 puntos con 3/5 en triples, y en la final contra el Gran Canaria sus números fueron de siete puntos, siete rebotes y un trabajo defensivo espectacular.
Los merengues revalidaron el título copero por tercer año consecutivo, y Nocioni fue un auténtico factor clave en el balance ataque-defensa de su equipo. Laso lo activaba cuando las cosas iban mal, o cuando quería darle mayor intensidad a sus pupilos. Y el Chapu no le falló. Cada segundo que estuvo en pista aportó algo importante. Sus porcentajes de tiro fueron muy buenos y su capacidad para leer el juego motivó que los capitalinos levantaran un nuevo título.
No solo jugar, también motivar
Los blancos no pudieron contra el Fenerbaçhe en la Euroliga, así que se tuvieron que centrarse en la Liga. Los playoffs no fueron fáciles, pero tras derrotar al UCAM Murcia en cuartos y al Valencia Basket en semis, se plantaban en la gran final contra el eterno rival el FC Barcelona Lassa. Fue una guerra no solo en la pista, sino también fuera de ella. En como entrenar cada partido, en qué mensajes lanzar en las declaraciones pre encuentro, en como enfocar cada marca defensiva y conocer de los defectos del enemigo.
Nocioni aportó dos grandes ayudas a su equipo en esta final. En lo puramente relacionado con el juego enchufó siete triples a lo largo de la serie. Fueron puntuales, pero muy importantes (y con grandes porcentajes de tiro desde el perímetro), Sirvieron para despertar a los suyos o para sentenciar partidos. Pero fuera de la pista fue casi tan relevante. Tras perder el primer encuentro en el Palau en el último segundo rápidamente declaró a los medios que: "Tras ver el primer encuentro, ahora estoy todavía más seguro de que podemos ganar un partido en Barcelona". Y así fue, ese espíritu convencido contagió al resto de sus compañeros. Ganaron los tres siguientes y revalidaron el título liguero.
Otro año más para el guerrero
Precisamente por ese trabajo constante, por esa labor dentro y fuera de las canchas, por la capacidad de esfuerzo y de conocimiento del juego que tiene Nocioni, el Madrid le ha ofrecido un tercer año en las filas blancas. El nuevo proyecto capitalino está acarreando muchos cambios. Algunos no deseados. La NBA tiene más poder de atracción y económico que nunca, por lo que Sergio Rodríguez ha abandonado las filas para marcharse a los Sixers. El equipo está haciendo un tremendo esfuerzo para retener a Ayón, pero también está muy cerca de volver a cruzar el charco. Dos bajas muy sensibles.
Otros nuevos recambios llegarán, como Dontaye Draper (viejo conocido del Madrid), Anthony Randolph u Othello Hunter. Buenos jugadores sin duda, pero tardarán en adaptarse a las exigencias del Madrid, a las particularidades tácticas de Laso, a rotar sin piedad, a estar siempre dispuestos y en forma. Y para eso Nocioni ha demostrado sobradamente que es un portento. Un jugador que no sólo aporta en la pista, sino que también ayuda y endereza a sus compañeros cuando hace falta. Su campaña no ha sido explosiva. Ya no quiere y ni puede ser el protagonista, pero su aporte al conjunto es fundamental. Se mereció como nadie el doblete.
Nota de la temporada: 6.5