Croacia y Serbia, dos países unidos antaño en un todo llamado Yugoslavia. Esta misma, calificada como la tercera mejor selección de baloncesto de la historia por sus múltiples éxitos en JJOO, Mundiales y Europeos, disponía de un plantel de ensueño con jugadores como Bodiroga, Divac, Stojakovic, Drazen Petrovic y un largo etcétera. Pero en 1995 llegó la escisión de Yugoslavia como tal, y es ahí donde aparecen Croacia, Eslovenia y Bosnia. Yugoslavia siguió participando en torneos pero sólo con jugadores serbios y montenegrinos hasta 2003, cuando se completó la separación total.

Y es de ahí de donde viene la mayor rivalidad entre estas selecciones, Yugoslavia se separa por conflictos entre croatas-eslovenos y serbios. Todo empezó hace 15 años y hoy, de madrugada, veremos algo más que la rivalidad típica de un partido de baloncesto.

Primero contra cuarto, pero ningún favorito

Hoy no hay favorito, hoy nadie puede pronosticar qué puede suceder en el partido; dos selecciones con mucho potencial, calidad en abundancia y mucha intensidad y orgullo.

Croacia llega a la cita como primera del grupo B, el que más igualado ha estado, ya que, en él, se reunían selecciones como España, Argentina, Brasil, Lituania y Nigeria. Ningún partido sencillo, ningún partido para la relajación. Y, ante todas ellas, Croacia ha sabido competir, sufrir, y conseguir el premio de ser primera de grupo y evitar así a Estados Unidos.

Con una buena victoria tras remontada ante España, Croacia perdía frente a Argentina, ganaba a la anfitriona Brasil, era sorprendida por la rocosa Nigeria y le ganaba el primer puesto a Lituania en un gran partido de los croatas.

Bogdanovic como guía

El croata está siendo el faro de esta selección. A sus 27 años, el alero de los Nets de la NBA ha venido a Rio con la intención de dejar huella.

Tras la fase de grupos, Bojan ha acabado como máximo anotador del torneo con casi 25 puntos de media por partido. A su anotación le sumamos el carácter luchador e intenso que aporta en defensa, y su liderazgo en la pista. Un tirador, penetrador, capaz de subir el balón y de hacer jugar. Un jugador versátil con mucho baloncesto dentro.

Bogdanovic en Río de Janeiro 2016. Foto: FIBA
Bogdanovic en Río de Janeiro 2016. Foto: zimbio

La máxima expresión de su talento llegó ante la anfitriona de los Juegos, Brasil. Bojan acabó con 33 puntos siendo decisivo e imparable en muchos momentos del partido.

Pero no está sólo. Tras un partido malo en cuanto a anotación frente a España, pero muy importante en cuanto a aportación en equipo, Saric despertó. El recién llegado a la NBA la próxima temporada de la mano de Philadelphia está demostrando por qué le han elegido para dar el salto a la mejor liga del mundo. Su aportación en ataque y defensa es espectacular, a su capacidad de anotación desde casi cualquier zona se le suma su capacidad de rebote y de intimidación por su buena capacidad atlética. Un jugador completo.

Serbia, la cuna del talento

Y es que Serbia, pese a la sensible baja de Bjelica, uno de sus mejores jugadores, tiene una plantilla envidiable. Mezcla de jugadores experimentados como Teodosic y Raduljica, y una generación jóven que ya es fundamental en la selección con jugadores como Bogdanovic, Jokic o Kalinic entre otros.

Llegan a la cita como cuartos del grupo A, detrás de EEUU, Australia y Francia. Con sólo dos partidos ganados ante Venezuela y China, cosa más que predecible, su mejor partido llegó frente a Estados Unidos, con el que perdieron de tan sólo tres puntos y en el que Jokic, el jovencísimo pívot de Denver Nuggets, hizo un tremendo partido con 25 puntos y 6 rebotes, dejando ver las carencias del juego interior americano.

Raduljica, la referencia en la pintura serbia

A sus 28 años, este center de 2.13 metros, jugador de Emporio Armani de Milán, se ha convertido en una de las referencias serbias. Su capacidad para defender a todo tipo de pívots, y su capacidad de anotación en el poste le hacen ser un jugador a tener en cuenta por los rivales. Con 17.6 puntos de media es el máximo anotador de Serbia en estos Juegos.

Bogdan Bogdanovic en Juegos Olímpicos 2016. Foto: FIBA
Bogdan Bogdanovic en Juegos Olímpicos 2016. Foto: zimbio

A él hay que sumarle el siempre peligroso, a la vez que intermitente Teodosic, capaz de lo mejor y lo peor en el mismo partido, pero con un talento incuestionable. Otro de los importantes en esta selección es el otro Bogdanovic del torneo. Llegó a los Juegos en un gran estado de forma tras el pre-olímpico, pero que aún no le hemos visto en todo su esplendor. Tan sólo le hemos visto a buen nivel ante las débiles Venezuela y China, casualmente en las únicas victorias serbias, lo que hace pensar que, si Bogdan tiene un buen partido, Serbia tiene muchas posibilidades de pasar a semifinales.

Croacia y Serbia se vuelven a unir, esta vez en una pista de baloncesto y con mucho en juego, la posibilidad de optar a medalla olímpica.