El 16 de Octubre de 2009, la NBA perdió una de sus más grandes estrellas de la liga. Su nombre era Andrés Montes y desde ese día nada volvió a ser igual. El era un jugón de los que sonreía igual que las estrellas de la NBA. Tenía un gran talento y es por eso que será eternamente recordado por todos los fans de la pelota naranja. España ha tenido muchos comentaristas con el paso del tiempo, pero ninguno será como el bueno de Andrés. Algunos intentaron copiar su estilo, algo lógico, porque todo el mundo se fija en los grandes. Igual que Kobe se fijó en Jordan, muchos comentaristas se fijaron en la figura de Andrés Montes. Es un día triste, la magia de los micrófonos lleva siete años sin sonar en las cabinas de retransmisión.

Andrés fue el hombre de los mil motes. Algunos quedaron para el recuerdo y serán eternamente rebotados en los micrófonos. Michael Jordan era "Aerolíneas Jordan", otro de los preferidos era el de Ron Harper "Albañilería, fontanería, electricidad, 24 horas a su servicio, Harper y asociados" o el de su fiel compañero de retransmisión "Crónica en rosa". Pero no creáis que la lista se acaba aquí, se podría estar horas diciendo la cantidad de motes que puso a los jugadores de la NBA. "Chocolate blanco", "Cocodrilo Dandee", "Director General de Correos y Telégrafos", "Desde Rusia con amor", "El rascacielos más alto de la ciudad", "La máscara", "Los chicos del barrio" o "Tim siglo XXI Duncan". Los que disfrutasteis de él sabéis a quien se refiere cada uno. Montes fue único, puso motes a todos y cada uno de los jugadores y a cada cual más único y gracioso que el anterior. Guille, el comentarista del Canal Plus, sigue ahora con su bonita labor de no dejar que ningún jugador se quede sin su mote.

A lo Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como

"¿Por qué eres tan bueno, McGrady?"

Sin embargo, de motes no se puede vivir en una retransmisión de más de dos horas y es por eso que tenía sus ilustres frases. Cuando un jugador realizaba una jugada más o menos trabajada y hecha sólo por él decía lo siguiente: "A lo Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como". Por ejemplo, si un jugador hacía el trabajo sucio dentro del equipo que no luce de cara a la galería, pero que es necesario que alguien lo desempeñe era su clásico: "Albañilería". Los equipos tampoco se quedaban sin sus frases y los Sacramento Kings de Rick Adelman eran "El equipo yé-yé" y Los Angeles Lakers eran “La Fiebre Amarilla”. En el momento que alguien anotaba un triple sonaba la ametralladora "Ratatatatatatatatatatatata...". Pongamos un ejemplo, si había una jugada muy disputada y nadie se quedaba con la bola cantaba lo siguiente: "¿Dónde están las llaves, matarile rile rile?". Para terminar recitaré una que se escucha por los campos españoles cuando a alguien le ponían un tapón: "¡Vaya pincho de merluza!".

Andres Montes en Canal Plus I Foto: Canal Plus
Andres Montes en Canal Plus I Foto: Canal Plus

Luego estaban los clubs, que eran esos jugadores parecidos que hacían cosas similares. Los jugadores jóvenes pertenecían al "Club de Al salir de clase", los chupones, como Rudy Gay, eran el "Club del Chupa-Chups" o los que llevaban mucho tiempo en la liga y no acababan de destacar el "Club de los Ni fu ni fa". A todos le encantaban esos graciosos clubs y frases que hacía el gran Andres Montes. 

El Mundial de 2006 de baloncesto

La explosión de la Generación Dorada del Baloncesto Español se hizo con él en los micrófonos. Ese Mundial fue espectacular y Andrés colaboró a ello. Todos los cracks españoles salieron de Japón con su particular mote. "Mr Catering Calderón", las mejores bandejas de la liga, "Mumbrú, y no Mambrú que se fue a la guerra", "¡Mojo Picón! La rica salsa canaria se llama mojo picón" o el alimento que todos quisimos comer alguna vez: "La Alcachofas de Sant Boi".

Juegos Olímpicos
Juegos Olímpicos

Cuando España estaba a punto de ganar el partido y tenía una gran distancia: "Lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible". Seguro que recuerdan lo que dijo cuando España perdió en Serbia en la fase de grupos: "Me parece que vamos a tener que tomar mucho Powerade por aquí". Una de las más enigmáticas fue la que le dijo al Espartaco: "Felipeee! ¡Crack! ¡Supercrack! ¡Qué...! Iba a decir... ¡Qué huevos tienes, Felipe! Lo tenía que decir, hombre".

Andrés Montes dejó un legado en el periodismo. El fue una persona diferente, que como todos tuvo sus detractores. Sin embargo, es indudable que tenía un gran talento y que compartió con los fans de la NBA y de la Selección Española una de las mejores épocas recordadas. Me despido de todos ustedes y les voy a decir lo mismo que dije hace tres años y pico cuando llegue aquí: "La vida puede ser maravillosa".