La victoria anoche de los Knicks en el TD Garden de Boston supone un halo de esperanza a una racha pésima de resultados y de juego. Con el partido de ayer, el equipo de la gran manzana ha ganado tres de los últimos catorce encuentros disputados.  Antes del comienzo de esta racha (que comenzó, curiosamente, ante los mismos Celtics), los Knicks luchaban por la quinta plaza de la Conferencia Este mientras que actualmente la franquicia capitaneada por Carmelo Anthony se sitúa undécima.

Uno de los causantes de esta situación es, sin duda alguna, la baja de Kristaps Porzingis. Una lesión en el talón de Aquiles ha hecho al jugador letón perderse los últimos cuatro partidos del equipo, no habiendo jugado ni un minuto en siete de los últimos once.

El letón, que es el mejor jugador del equipo esta campaña, es una baja vital para los intereses del equipo de Hornacek, que pierde en liderazgo así como en presencia en la pintura y anotación. Kristaps Porzingis lideraba, antes de la lesión, al equipo en minutos jugados. 19,8 puntos;  7,4 rebotes y  2 tapones son las estadísticas de la excelente campaña del número cuatro del pasado draft.

No obstante, parece que los días de los Knicks sin su ´6´ están llegando a su fin. Se planea que Kristaps juegue el próximo partido (en el Madison Square Garden ante los Wizards) totalmente recuperado de la lesión que le lastra desde hace algunos días.

Nacido en Liepaja hace 21 años, ‘el unicornio’ (como así le apodan) tardó poco en ganarse el respeto y la admiración de su afición (de la que recibió increpaciones en su elección) y de la liga en general. El letón quiere escribir con letras doradas su complicado nombre en la NBA así como llegar a ser uno de los mejores jugadores europeos de la historia.

La vuelta de Kristaps Porzingis, prevista para el partido de esta madrugada ante los Wizards es el punto de inflexión necesario para volver a esa dinámica ganadora que hizo soñar a los aficionados con algo de lo que no disfrutan hace tiempo (desde la temporada 2013/2014): Los Playoffs.