Después de la pachanga del Rising Star con exhibición de Murray, la victoria de Porzingis en el Concurso de Habilidades, el siempre emocionante concurso de triples, y la victoria de Glenn Robinson III en mates, llega la constelación de estrellas bajo los focos, aunque con algunas ausencias, y con grandes estrenos.

La edición de este año, y la de los siguientes, no contarán con las viejas glorias, ahora leyendas de la liga, que ya dejaron su sitio a las nuevas generaciones. Kobe, Tim y Kevin no volverán a participar en un All-Star, al menos como jugadores, nunca más.

Pero para ello llega sabia fresca como Antetokounmpo, único jugador no estadounidense de los quintetos, Embiid, que este año se ha quedado fuera por poco, Hayward, que a pesar de ser un jugador de perfil bajo, atesora una clase exquisita, así como otros muchos que vendrán con el paso de los años.

Los pívots del Oeste, contra los bases del EsteCada año hay menos competitividad, menos defensa, y cada vez parece más una pachanga de amigos en las canastas del barrio. Como si hubiesen metido el concurso de triples y mates en una suerte de partido como excusa para tener otro atractivo más con el que enganchar a la gente. Esperemos que jugadores como Leonard, Antetokounmpo, Green, Butler o Jordan pongan algo de su parte en evitar que se convierta en un desfile de “alley oops” y tiros desde nueve metros.

El año pasado con el marcador de 196-173, se batió el récord de puntos, y de paso algunos más como los triples. El anterior más de los mismo, y en 2014 la misma historia. Estos últimos años han servido para batir récords de puntos en un partido casi consecutivamente, a cada año que pasaba la cifra era mayor. A la mejor liga del mundo, también le pesa en estos casos el querer vender el producto al exterior, pero ¿no es también interesante defender intensamente y jugar a ganar en vez de a pasar el rato?

¿Caerá este año el récord de los 42 puntos de Wilt? Las dos últimas ediciones hacen pensar que el récord del pívot más dominador de la historia de la liga está cerca de romperse, más aún si siguen aumentando las cifras de anotación. Los excelsos anotadores que toman partida en el partido, unido a la pobre defensa, puede hacer que se dé la situación.

Los banquillos

En cuanto a jugadores la cosa está desigualada. El Oeste presenta un cinco inicial más equilibrado que el Este, que no cuenta con un interior puro como tal, y aunque los locales no tienen pívot, jugarán con Davis como falso cinco en la pintura. Ahora bien, en los banquillos es donde la cosa se presenta más desemparejada: mientras que el Oeste llevará a tres pívots puros, además de Green, como ala-pívot, y solo Westrbook como base, el Este llevará cuatro bases y ningún pívot puro en sus filas. Especialmente sangrante el caso del Oeste, con Kerr de entrenador, al que tanto le gusta jugar con bajitos, aunque la calidad de sus jugadores está fuera de duda.

Las combinaciones

Con el punto anterior, será realmente interesante ver el devenir del partido cuando se realicen los primeros cambios en ambos equipos y ver cómo aprovecha cada uno esa ventaja que le concede tan distinto ‘roster’. También los jugadores que tienen un especial ‘feeling’ en la cacha. Recientemente Butler ha declarado sin tapujos que le gustaría jugar con Irving, aquí tendrá la ocasión, y además desde el inicio. No olvidemos el pique que habrá entre Westbrook y Durant. El momento en el que coincidan los cuatro jugadores de los Warriors en pista, y muchas más anécdotas que nos dejará el partido.

Esperemos que la edición de este año mejore la competitividad, que se olvide un poco del espectáculo, que para eso están los concursos, y que nos haga disfrutar de un partido realmente entretenido.