En una situación, en la que llegar a Playoffs es harto difícil, y ganar algún partido más que rivales como Phoenix o incluso Minnesota es factible, el rumbo está claro. Desprenderse de esos jugadores que pueden hacerte ganar partidos. El primero fue Williams, rumbo a Houston, y ahora se especula con la salida de Young, otro que estaba cuajando una gran temporada, pero que aparte de dar buen rendimiento y ayudar a ganar partidos, tiene opción de jugador este verano por 5,6 millones de dólares, pero es previsible que se salga y opte por más dinero, algo inviable para las arcas de los Lakers si quieren pescar algún pez gordo en las aguas revueltas de los mercados de fichajes, ahora o en verano.

Se especula que los angelinos están intentando sacar al menos una segunda ronda por el jugador, según Marc Stein, de ESPN. Acumulación de rondas para el draft siguiente, ya que se uniría a la ya conseguida en el traspaso de Williams a Houston.

¿Qué pasa si no retienen la ronda?

Todo viene de lejos, allá por el 2012, cuando Howard y Nash recalaron en California en busca del anillo perdido. Orlando y Philadelphia fueron los que recogieron las sobras, que ahora se antojan como auténticas joyas en forma de rondas.

Si los Lakers retienen la ronda de este año -tendría que salir entre las tres primeras- entonces solo tendrán que dar la primera ronda de 2018 a los Sixers, y las segundas de 2017 y 2018 a los Magic. Si por el contrario, no la retienen, entonces irá a Philadelphia la de este año, pero a parte, tendrán que dar su primera ronda de 2019 a los Magic. Gran lectura del futuro inmediato por parte de Johnson.

Luego viene toda la retahíla de posibles fichajes de estrellas, menos probable, ya que nadie quiere tankear, pero Magic está intentando enderezar el equipo de sus amores. Este verano se antoja crucial en el futuro de los de púrpura y oro, con fichajes como el de Paul George, que ya ha manifestado en repetidas ocasiones que quiere jugar para los Lakers, darían un salto enorme de calidad, a lo que también se uniría el interés de otros jugadores por jugar con el alero All-Star, todavía propiedad de los Pacers.