Segunda ausencia de Cousins desde que llegó -primera por lesión- y segunda victoria de los Pelicans, que les permite seguir aún en la pelea por los Playoffs. La muestra, para la estadística, no es grande ni concluyente, pero de momento, dos de dos para los de Gentry sin su último fichaje a bombo y platillo. En 10 partidos jugados con su nuevo equipo, Cousins promedia algo más de 20 puntos, muy por debajo de lo que hacía en Sacramento, y roza las 12 capturas por noche, aquí sí, mejora los números que atesoraba esta temporada en las cálidas tierras californianas.

El pívot, baja por unas molestias en la rodilla izquierda y por una contusión en una costilla de la parte derecha, es duda para el próximo partido, contra Minnesota, un choque que se antoja vital para las aspiraciones de ambas franquicias de meterse en una octava plaza, que ocupan los Denver de Nikola Jokic con holgura sobre ambos con cinco partidos de ventaja sobre los Wolves y medio más sobre los Pelicans. Además, Mavericks y sobre todo Blazers, están mejor posicionados para asaltar esa barata, pero codiciada octava plaza, siendo inmediatos perseguidores del equipo de Colorado.

Los Pelicans cuentan con una marca de 5-7 desde el sonado traspaso, y una de 2-0 sin Cousins en el mismo periodo. La última con protagonismo especial de Solomon Hill, que no había realizado un partido tan completo en ataque, desde que firmó en verano por 48 millones en cuatro años. 30 puntos del alero con 6 triples de 9 intentos, además de siete asistencias y seis rebotes. Pero no fue el único que hizo frente al Triple-Doble de Harden con 41 puntos, siendo el primero en conseguir seis Triples-Dobles de 40 puntos en una temporada en la historia de la NBA, aunque Westrbook con cinco, le sigue de cerca. Davis, como único interior gran parte del partido, brilló de forma espectacular con 24 puntos y 15 rebotes, además de la ayuda exterior de Holiday y Frazier, ambos con 6 asistencias, además de conseguir 19 y 14 puntos respectivamente.