Extraño partido entre un Manresa ya matemáticamente descendido, y un Madrid en la otra parte de la tabla, intentando ganar todo lo que le resta en competición doméstica para ser primero de la regular y tener ventaja de campo. Laso metía en el quinteto inicial a Thompkins, esta vez ocupando la plaza de Randolph. Rápidamente los capitalinos dominaron el ritmo del encuentro. Primero volcaron juego interior con el pick&roll y los cortes buscando la puerta atrás. A ello sumaron los primeros misiles desde el perímetro. Tras el triple de Llull parcial lapidario (2-14) y tiempo muerto del Manresa.
Pese a la reprimenda de Ibon Navarro, la tremenda sangría de los blancos seguía creciendo. Thompkins afinaba la mira telescópica y enchufaba dos triples consecutivos. La ventaja del Madrid alcanzaba +17. Frenaba el horrendo parcial en contra Pere Tomás. Gracias a él y a Suggs, los rojos anotaron varios puntos (parcial 8-0). Momento para los primeros cambios, entraban a pista Draper, Doncic y Hunter. El Madrid había perdido intensidad y Laso abroncaba a los suyos. Y funcionó, porque los merengues volvieron a pasar el rodillo, masacraron desde el triple y acabaron el primer cuarto (13-33).
Apisonadora blanca
Tras el tremendo repaso, el segundo cuarto comenzaba con parcial de 8-0 para los manresanos. El gran artífice era Scott Suggs, especialmente acertado desde el perímetro. El juego era un tira y afloja de intensidades, cuando los blancos jugaban concentrados eran inmensamente superiores al rival, tanto en lo colectivo como en las marcas individuales. Pero los madridistas pecaron un tanto de indolencia, llegando tarde a las defensas, lo que aprovechaban los de Ibon Navarro.
Los siguientes minutos se pudo ver un bello intercambio de canastas, como el plástico alley-hoop culminado por Trapani (que tiene muelles en las piernas), pero que fue rápidamente contestado por la conexión Doncic-Taylor. El sueco culminó con otro mate para el recuerdo. Los dos conjuntos llegaban al bonus de personales al mismo tiempo. Hasta en esta faceta estaban más acertados los madridistas. Tras otro misil de un iluminado Thompkins, la primera mitad culminó (38-55), los merengues habían dado un contundente golpe sobre la mesa.
Y Thompkins cogió su fusil
Tras la reanudación los madridistas volvieron a salir en tromba. Otro parcial favorable que ampliaba la ventaja por encima de los 20 puntos. Los manresanos estaban haciendo aguas en su zona 3-2, y se veían impotentes ante la potencia de fuego rival. El ejemplo perfecto estaba siendo un Thompkins absolutamente caliente. El ala-pívot lo estaba enchufando todo sin fallo, con la muñeca a la temperatura a la que se quema el papel (hasta 19 puntos sin fallo).
A la exhibición de Thompkins se sumaron otras canastas de calidad, como un Othello Hunter muy contundente en la pintura, comiéndole las castañas a los pívot rivales y dominando el rebote ofensivo. Ibon Navarro pedía otro tiempo muerto, el partido estaba casi sentenciado, pero al menos quería hacer apuntes tácticos. Tras intercambio de canastas alternativas de los dos conjuntos (sin demasiada fuerza en la defensa), el tercer parcial se cerraba (60-75).
Gestionando la ventaja
Espoleados por su público, y sin ninguna presión más allá de salvar el honor, los manresanos salieron fuertes en los compases finales. Pere Tomás era el líder de los rojos, que se pusieron a 12 puntos de los capitalinos. Pero rápidamente cortó la reacción el Madrid. Felipe Reyes estaba disputando minutos y dominando la pintura, tanto con sus canastas como en el entendimiento a la perfección con Hunter para la puerta atrás y la ventaja en el poste alto. Más rotaciones en pista, y por el ICL salía la sangre joven de Lluis Costa, el escolta entró para enchufar un triple.
Por los blancos no estaban jugando ni Randolph, ni Carroll, los dos fuera de la lista. La excelsa plantilla le permite a Laso dar descanso a estos monstruos. Los dos equipos habían firmado ya la paz, la ventaja del Madrid era más que suficiente. En las últimas transiciones se vio un corre-calles, con ataques un tanto locos y bastante defensavision. Tras mucho maquillaje del Manresa el duelo culminó (80-91), importante victoria madridista para recuperar el liderato de la Liga.