El deporte regala, en ocasiones, momentos inolvidables para algunos jugadores, que pasan de jugar en competiciones sin casi relevancia, a competir en un torneo de primerísimo nivel con estrellas de talla mundial en dicha disciplina deportiva. Esto es lo que ha ocurrido en este partido que ha enfrentado a la selección española contra una de las selecciones que es sede de este Eurobasket: Rumanía.

La ilusión de un país

Lo más destacado que se ha vivido en un partido tan desequilibrado como este es la emoción que se ha vivido por parte de los rumanos, tanto aficionados como jugadores, por jugar contra un rival legendario con jugadores que han marcado una época tanto en Europa como en la NBA. La afición y los jugadores rumanos celebraban cada acción, cada falta, cada pase, cada robo y cada canasta como si se tratara de una canasta ganadora sobre la bocina. Es lógico. La mayoría de los jugadores rumanos juegan en su liga nacional, la cual tiene un nivel muy pobre. Este Eurobasket se les queda muy grande.

Tener la posibilidad de poder jugar contra España es único y lo han querido disfrutar. Y así lo han hecho. Han jugado al máximo de sus posibilidades y han intentado aprovechar la desconexión inicial (y comprensible) del combinado español. Sin embargo, por muchas ganas e ilusión que tengan los rumanos, la lógica se suele imponer en partidos de estas características. Solo se ha visto cierta igualdad en el encuentro durante el primer cuarto, y debido a la relajación previamente mencionada en el cuadro español. El resto del partido ha recordado por momentos a esos partidos en los que Estados Unidos arrasa con cualquier equipo. España está dando esta sensación en este campeonato europeo. Parece que juega de memoria y la superioridad es tan aplastante que cuesta creer que alguna otra selección de este Eurobasket pueda vencer al equipo dirigido por Sergio Scariolo.

España juega de memoria

Los siguientes tres cuartos han tenido muy poco interés. España ha arrasado con la aportación de muchos jugadores, debido a la amplia rotación que ha realizado Sergio Scariolo. Se ha podido apreciar algo que ya sabíamos, y es que España tiene un fondo de armario envidiable, con jugadores como Oriola, Sastre, Guillem Vives, San Emeterio y los hermanos Hernangómez. Es más, los jóvenes hermanos españoles volvieron a destacar y su energía está siendo de las mejores noticias para la selección. Juancho Hernangómez fue el mejor del partido con 18 puntos y 12 rebotes. Todos estos han jugado un partido muy notable y Los únicos jugadores que no han destacado en España son los que no han jugado ni un minuto, como son Álex Abrines y Pau Gasol. El escolta de Oklahoma City Thunder no juega por precaución y en el caso de Pau Gasol, es simplemente por descanso de cara al partido más importante de la fase de grupos contra Croacia. El resto del partido ha sido una fiesta para los rumanos y un entrenamiento para los españoles.

A pensar en Croacia

Finalmente, el resultado ha sido tan aplastante que cualquier análisis se antoja innecesario. España ha resuelto un partido que era un mero trámite de la mejor manera posible: repartiendo mucho los minutos y sin lesionados. Por parte de Rumanía, han podido disfrutar de la increíble experiencia de jugar contra estrellas del baloncesto. El único jugador que ha destacado entre los locales ha sido Moldoveanu, que tiene recursos y calidad suficiente para jugar en algún buen equipo de Europa. Pocas lecturas más. A descansar y a pensar ya en el duelo contra los croatas, de donde saldrá, seguramente, el líder del grupo. 

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Sobre el autor
Nicolás García
De pequeño quería ser futbolista, ahora quiero ser una disonancia ludonarrativa. Tengo un canal de Youtube: BALONCESTO POR ACCIDENTE. Escribir se me da casi tan bien como dormir, y cuando duermo, sueño con conocer a Tim Duncan. Amigo al instante de todo aquel que no idolatre a Tarantino y que haya jugado (y amado) a The Last Of Us. Por último, estudiando Periodismo en la UC3M, aunque el buen periodista no se hace en las aulas, se hace en las calles.