El equipo de Carles Durán vio como se cortaba su racha de tres victorias consecutivas y partiendo de un estilo de juego en el que el ritmo y el físico fueron clave. El electricismo de Danny Gibson, combinado con la solidez y fiabilidad de Mam Jaiteh (7/7 en T2), fueron vitales para dar la primera ventaja clara a los visitantes y dejar claro a RETAbet Bilbao Basket que sería un partido muy complicado.

Jonathan Tabu, con dos faltas en el primer cuarto provocadas por sus carencias defensivas, no pudo tener continuidad y su equipo se resintió notablemente al no tener un director de juego como el belga. Bilbao pudo solucionar sus problemas, en ambos aros, y maquilló el resultado al final del primer periodo con un gran Dejan Todorovic, que dejó el partido abierto con un 25-29.

Aún así, encajando 29 puntos en diez minutos es muy difícil plantar cara a cualquier rival, y más a un conjunto que tiene un juego tan coral. Limoges CSP es el prototipo genérico de kryptonita de este Bilbao Basket, pues es un equipo muy físico, que busca jugar a muchas posesiones, con una presión asfixiante y una primera línea de pase muy agresiva; mientras que los hombres de negro son un equipo al que le falta cierto físico, sobre todo en posiciones interiores, y que sufre ante rivales que le castigan en el poste bajo y que crean tantas superioridades desde el puesto de base. Entre Tabu y Todorovic mantuvieron a los bizkainos en el encuentro a lo largo del segundo cuarto, pero los galos seguían haciendo valer la ventaja de los primeros minutos de juego. (48-53)

Al poco de comenzar el tercer periodo, de nuevo, Todorovic se alzó para dar la primera ventaja del partido a los locales y ponerse con un +4 en el electrónico. El resto del periodo fue un tira y afloja en el que las alternancias en el marcador cobraron un gran protagonismo, pero ninguno de los dos equipos era capaz de hacerse con el control total del balón y afianzar su ventaja. Además, en este periodo fue cuando el partido se enturbió. Brian Conklink, jugador de Limoges, dio un manotazo a Álex Mumbrú, y como el catalán se calienta más rápido que un coche al sol en agosto, soltó un codazo que por suerte no impactó en nadie. Los árbtiros señalaron falta y técnica al veterano alero de Bilbao Basket, que no pudo acabar el partido.

Más tarde, Pere Tomàs fue sancionado con otra falta técnica por protestar una falta dudosa. Esta señalización sí que fue más innecesaria que la de Mumbrú, ya que los árbitros no estaban ya para andarse con tonterías y querían calmar el choque. Se llegó al final del tercer periodo con marcador muy abultado: 72-78. 

Con Mam Jaiteh reinando en el poste bajo bilbaino, recibiendo balones de sus cuatro compañeros abiertos, Limoges controló sin demasiados problemas los últimos diez minutos. Tan solo a falta de 51 segundos para terminar el partido, RETAbet Bilbao Basket pudo acercarse en el marcador (91-93) y ser una amenaza real para los galos. Sin embargo, una canasta de Kenny Hayes y un triple de Howard Williams sentenciaron el encuentro y otorgaron la victoria, merecida, al equipo visitante.

El problema principal de Bilbao Basket en este último cuarto fue que le costó producir situaciones ventajosas de cara al aro, pues Mumbrú ya no estaba en pista, Todorovic se apagó fruto del agotamiento y el resto de jugadores hicieron lo que buenamente pudieron. La realidad es que a los hombres de Carles Duran les costará ganar partidos, tanto en Eurocup como en la liga Endesa, si permiten 98 puntos a los rivales, sin ser un equipo que se prodigue, con especial habilidad, en el aspecto ofensivo del juego.