Los Pelicans consiguen hacerse ya con la primera victoria de esta temporada tras imponerse en el Staples Center de los Angeles a unos Lakers que consiguieron despertar en en la segunda mitad del partido. A pesar de ello, los de New Orleans se impusieron por un marcador total de 119 a 112. Anthony Davis y DeMarcus Cousins fueron la clave, además, en el último tramo un gran E'Twaun Moree consiguió que la remontada no se llevase a cabo.

Dominio visitante

Desde el primer momento de partido, los Pelicans estaban decididos a llevarse el encuentro, el poco acierto de los Lakers y el buen juego desplegado por ellos, hizo que desde un primer momento dominasen el encuentro y el marcador.

En un principio la ventaja no fue muy considerable, pero tras pasar la barrera del primer cuarto, la franquicia de New Orleans consiguió llegar a imponer una ventaja de más de 20 puntos. El buen estado de forma de sus hombres estrella, DeMarcus Cousins (22 puntos, 11 rebotes y ocho asistencias, a dos del triple-doble) y Anthony Davis (27 puntos y 17 rebotes) sumado a la gran aportación de hombres como Moore (17 puntos), Ian Clark (14 puntos) y Jrue Holiday (14 puntos) fueron decisivos.

El intento de remontada

Con la salida de vestuarios los hombres de Luke Walton cambiaron el chip y consideraron que esto no iba a quedar así, que ya no son aquella franquicia perdedora y que iban a luchar hasta el final, y así lo hicieron.

El entrenador del equipo californiano introdujo varios cambios. Ingram y Clarkson entraron en cancha por Ball y Caldwell-Pope. A raíz de esto el cambio de juego en el equipo fue sorprendente. Los Lakers consiguieron con estos jugadores, sumados a Kuzma, Hart y Randle, dar la vuelta a un partido que se les ponía muy en contra con un parcial de 29-5.

El publico del Staples Center enloquecía, no podían creer que su equipo, un equipo que venía de hacer unas campañas horrorosas años atrás estuviese desplegando tal juego. Incluso, consiguieron llevar una ventaja de cinco puntos, pero los Pelicans (tras un parcial de 11-0) trajeron de nuevo a la realidad a unos Lakers que ya soñaban con la victoria.

Lonzo Ball de nuevo a punto del triple-doble

La nueva estrella que ya brilla en el cielo de los Angeles se quedó de nuevo a casi nada de conseguir un triple-doble. Tras una actuación bastante gris en su primer partido, algo que puede ser normal para un rookie que debuta en una franquicia tan histórica y tiene tanta presión por lo sucedido este año, en estos dos partidos siguientes, Ball ha demostrado de lo que es capaz.

El base titular de los Lakers consiguió dar 13 asistencias, capturar ocho rebotes y anotar ocho puntos. La faceta que aún debe mejorar un poco más es el tiro si quiere conseguir llevar a su equipo a la senda de la victoria y conseguir el un triple-doble, convirtiéndose en el jugador más joven en hacerlo.

“Creo que ha estado bien”, comentó al final del partido Luke Walton. “Me gustó la agresividad de Lonzo esta noche. Pero esos dos tipos grandes son dos monstruos”.

La dupla Davis-Cousins ya carbura

Los dos monsturos, así calificaba Walton a los hombres franquicia de los Pelicans, impusieron su ley en este partido y gracias a ello se llevaron la primera victoria del año, que no se pudo decir que no estuviese bien trabajada. Las derrotas ante equipos duros como Grizzlies (91-103) o Warriors (128-120) no fueron el mejor estreno, aún así los de Nueva Orleans ya suman un partido ganado a su casillero.

Anthony Davis, segundo máximo anotador de la pasada temporada, consiguió un doble-doble con 27 puntos y 17 rebotes, por su parte, DeMarcus Cousins estuvo a dos asistencias de conseguir el triple doble con 22 puntos, 11 rebotes y ocho asistencias.

Por otro lado, la otra gran noticia para los Pelicans fue el debut del recién fichado, Jameer Nelson que a pesar de conseguir unos números de cinco puntos y cinco asistencias, no se arrugó. El base fue uno de los hombres clave en el tramo final del encuentro anotando dos canastas en el complicado último cuarto de partido.

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