Isaiah Thomas está cada vez más cerca de volver a sentirse jugador de baloncesto. Su vuelta a las canchas podría no hacerse esperar demasiado, ya que el "playmaker" de los Cavs ha tenido buenas sensaciones en los últimos entrenamientos junto a sus compañeros.

El calvario de Thomas se remonta a los pasados play-offs, en los que jugando aún para los Boston Celtics, adolecía de problemas en la cadera. Aún con esta lesión, se consumó el famoso traspaso entre Celtics y Cavs intercambiando al propio Thomas, Crowder, Zizic y una primera ronda de draft por Kyrie Irving.

Por culpa de su cadera maltrecha, el menudo base no ha podido debutar aún con los Cleveland Cavaliers, pero parece que Isaiah Thomas por fin ve la luz al final del túnel. La franquicia de Ohio pretende que la vuelta se pueda efectuar en Diciembre, pudiendo hacer coincidir la reaparición de la estrella con el partido del día de Navidad ante nada más y nada menos que los Golden State Warriors.

En primer lugar, los pronósticos auguraban una vuelta en febrero, coincidiendo con el parón del All-Star, mientras los más optimistas pensaban en un regreso para principios de 2018. Sin embargo, la buena evolución que está teniendo Thomas hace pensar que lo peor de la lesión ya ha pasado y puede cumplir ese plazo y ayudar a su equipo desde finales de año.

Lo cierto es que el equipo que lidera Lebron James está muy necesitado de un base. Los constantes problemas físicos de Derrick Rose (se habla incluso de una posible retirada) y Shumpert, unido a la poca confianza que parece tener el entrenador Tyronne Lue en José Calderón hacen que la vuelta de Isaiah sea más necesaria que nunca.

Además, el "point-guard" llegará muy motivado puesto que cuando se reincorpore, los Cavs tendrán como objetivo dar caza a la primera plaza del Este, que estará presumiblemente ocupada por los Boston Celtics, el equipo que decidió deshacerse de él y apostar por Irving.
 

 

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Sobre el autor
Alberto Orti
Estudiante de periodismo en la UMA.