Entre el río Vístula y Brda, en Polonia, yace una ciudad llamada Bydgoszcz, con más de diez siglos de historia. En sus orígenes, allá por el siglo X, fue fundada por pescadores y llegó a ser el centro neurálgico comercial del río Vístula. Hasta el 8 de noviembre de 1993, Bydgoszcz era una ciudad generalmente plana, sin ningún cerro, ni protuberancia destacable. Aquel día todo cambió, pues el pueblo vio como nacía una montaña, Przemysław Marcin Karnowski. 

13 años más tarde, bajo el nombre de Przemek, el pívot polaco comenzó a destacar en las pistas de baloncesto de su país por su altura y su calidad. De la temporada 2006-2007 a la 2011-2012, Karnowski pasó por MKS Katarzynka Torun, SKS Kasprowicz Inowroclaw, TKM Woclawek, MMKS Siden Torun, SMS PZKosz Wladyslawowo y Siarka Jezioro Tarnobrzeg. Como se puede observar, Karnowski cambió constantemente de equipo, no se asentaba en ningún club, pero no le impedía participar en torneos veraniegos con la selección polaca. 

Przemek estuvo casi toda su etapa formativa compitiendo contra rivales más mayores que él en cuanto a la edad, pero de mismo o inferior tamaño. En numerosos torneos internacionales, formó parte del quinteto ideal de la competición (2009, 2010, 2011). Así mismo, en las diferentes ligas que jugó en Polonia, tuvo promedios que rozaban los 10 puntos y 10 rebotes casi todas las temporadas que jugó y ganó premios colectivos e individuales. En la temporada 2011-2012, jugó la liga polaca con el Siarka Jezioro Tarnobrzeg, y fue proclamado rookie del año. Se le auguraba un futuro dominante al joven Karnowski.

Przemek Karnowski festejando con sus compañeros de la Universidad de Gonzaga | Foto: NCAA
Przemek Karnowski festejando con sus compañeros de la Universidad de Gonzaga | Foto: NCAA

De Bydgoszcz a Spokane

Sus grandes actuaciones internacionales y domésticas le valieron a Przemek para hacerse un hueco en la universidad de Gonzaga, uno de los colleges más prestigiosos del baloncesto universitario. En Spokane estuvo cinco años, de 2012 a 2017. 

Karnowski dejó su huella desde el primer día en Gonzaga, aunque en su primera temporada tuvo unos minutos escasos, pues por delante en la rotación tenía al ex de Boston Celtics, actual pívot suplente de Miami Heat y 13ª elección del Draft de 2013: Kelly Olynyk. En la siguiente temporada, su segunda en el college del estado de Washington, se acostumbró a la titularidad e hizo olvidar a su predecesor con unos magníficos 10.4 puntos y 7 rechaces por encuentro. 

Aunque hoy en día es muy raro que un jugador de baloncesto universitario que aspira a hacerse un hueco en la NBA complete su carrera universitaria, Przemek Karnowski siguió su periplo universitario y se lanzó a por el tercer año como Bulldog. En la campaña 2014-2015, pese a que sus minutos disminuyeron, su aportación siguió siendo de gran nivel, con 11 puntos y 5.8 rebotes por noche. La campaña 2015-2016, debería haber sido su último curso en Gonzaga. Pero no lo fue.

Karnowski durante la presentación de uno de sus partidos con MoraBanc Andorra
Karnowski durante uno de sus partidos con MoraBanc Andorra | Foto: BC Andorra

"Es un milagro que Przemek Karnowski esté jugando a baloncesto"

Esta frase la dijo Mark Few, entrenador de Gonzaga y es que la temporada 2015-2016 fue el momento más duro que ha vivido Przemysław Marcin Karnowski en sus 24 años de vida. Tras solo cinco partidos disputados, el pívot tuvo que parar de entrenar y de asistir a clase debido a una hernia de disco que no le dejaba vivir. Si a una persona de estatura y peso normal ya le impide llevar una vida normal, a un 7 pies (2,16 metros de altura) de más 140 kilogramos, le resulta, si cabe, un impedimento mayor

"No podía levantar mi cuerpo, así que rodaba por la cama hasta llegar al suelo. Allí me arrastraba hasta alcanzar una de las muletas con una mano y el pomo de la puerta con la otra para poder levantarme del suelo", explica Karnowski. "Este proceso me llevaba una hora u hora y media diaria". "No podía caminar, no me sentía cómodo en ninguna posición, ni siquiera estando tumbado". Así cuenta su infierno Przemek Karnowski, que no tuvo más remedio que pasar por el quirófano para operarse de la espalda y así poder vivir con normalidad, pero, eso sí, alejado de los terrenos de juego. Así lo explicaba Mark Few: "Nuestra intención inicial era ayudar a Karnowski de alguna manera para que pudiese llevar una vida normal". 

En un principio, se marcaron 10 meses de recuperación, pero tras la infección que sufrió en la herida tras la operación, los médicos no presagiaban un gran resultado. Sin embargo, resultó beneficioso para el jugador, pues al perder 27 kilos, la recuperación fue más rápida y en tan solo siete meses después de la operación que pretendía permitir que Przemek Karnowski, simplemente, tuviese una vida sin dolor, el gigante polaco ya estaba corriendo y ayudando a sus compañeros en la pista. 

En su, esta sí, última temporada vistiendo la camiseta de GonzagaKarnowski promedió 12.2 puntos, 5.8 rebotes y un tapón por noche, disputando todos los partidos de la temporada. El polaco, además, lideró a su equipo a la Final Four de la NCAA, pero no pudieron hacerse con el título, pues cayeron en la final ante los Tar Heels de North Carolina

"Perdón por ser tan grande"

Así se disculpaba ante los demás pasajeros de un vuelo con destino a Washington durante su gira en la Summer League de la NBA en el verano de 2017. Y es que Przemek Karnowski ha vivido momentos duros tras licenciarse en Gonzaga, pues no fue elegido en el Draft de la mejor liga del mundo. “El obstáculo fue mi espalda. Desde el principio de las conversaciones con las franquicias salió el tema, pero lo habíamos preparado con el agente, con historial médico disponible para todos”, explicaba el protagonista.

“Sé que tuve una lesión seria, de la que pocos jugadores se han recuperado para volver a jugar, muy pocos a un nivel alto. Yo volví a las pistas y jugué todos los partidos de la última temporada, sin perderme ninguno. Pero esta historia desata ansiedad. La edad también era una barrera, porque la tendencia en el Draft es elegir a jugadores más jóvenes. Cuenta el potencial, no el talento del momento”.

Así pues, Karnowski probó suerte en la Summer League de la mano de Orlando Magic, pero no tuvo suficientes minutos para demostrar su valía en la liga. Varios equipos le propusieron un contrato no garantizado en la NBA, pero, demostrando mucha madurez, Przemek Karnowski decidió volver a cruzar el océano para aterrizar en MoraBanc Andorra para vivir su primera experiencia como profesional. 

En la capital del Principado está dando pequeñas muestras de lo que es capaz un siete pies de 130 kilos. Podría parecer que su juego es tosco, que no se separa de la pintura y que le cuesta desplazarse por la pista. No obstante, Karnowski está haciendo gala de sus recursos ofensivos, pues da muchas opciones a Joan Peñarroya en ataque. El lanzamiento de Przemek a cuatro, cinco o seis metros del aro se está convirtiendo en un arma bastante recurrente para el polaco, pues consigue muchos tiros liberados desde estas posiciones.

Pero, sin duda, el movimiento que está patentando Przemek Karnowski en Andorra es el gancho de izquierdas. El gigante controla las dos manos y es capaz de elaborar el gancho con cualquiera de las dos, pero tiene una efectividad mucho mayor con su mano dominante, la izquierda. Es casi poesía ver girar sus 130 kilos hacia el aro, chocar con el defensor y crearse espacio suficiente para elevar el balón y en el punto álgido darle un golpe de muñeca para hacerlo rodar y que pase por el aro. Sin duda alguna, Przemek Karnowski, la montaña en el valle, tiene un techo alto, si su espalda se lo permite.  

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Sobre el autor
Gorka Zaldivar
Cosecha de 1997. Estudiante de periodismo en la Universitat Autònoma de Barcelona. Apasionado del baloncesto y amante de la cultura. Colaboro en Diario Fotofinish y Revista Rambla.