El Palau Blaugrana se vestía de gala y presentaba la mejor entrada de la temporada. No era para menos. Y es que toda ayuda de la afición es poca cuando hay que recibir al actual campeón de Europa.

Fenerbahçe aterrizaba en Barcelona para enfrentarse no solo a Sito Alonso y los suyos, sino a 6.437 espectadores que llenaban el Palau con su presencia, pero también con su voz. Una voz que sirvió para animar a los azulgranas en un magnífico inicio de partido.

Tras eso, sin embargo, los turcos despertaron y aplicaron su ya famosa defensa para intentar frenar el ataque azulgrana. Y vaya si lo consiguieron. Dejando el Barça en solo diez y 13 puntos en el segundo y el tercer cuarto mientras ellos anotaban un total de 42 entre ambos periodos, Fenerbahçe sentenció un partido que, pese a ser muy disputado, siempre estuvo en control de los turcos.

Los mejores jugadores por parte del Barcelona fueron Adam Hanga, que lideró la anotación con 15 puntos, y Phil Pressey, que aportó frescura e intensidad desde el banquillo, consiguiendo 12 puntos. Sin embargo, sus aportaciones no fueron suficiente para tumbar a Sloukas (17 puntos) y los suyos.

Los dos Barças

La pedía Adam Hanga el día antes; el Barcelona debía salir con intensidad desde el primer segundo. La ocasión obligaba a los locales a mostrar todo su potencial desde el principio del encuentro. Y los jugadores no defraudaron.

Como suele ocurrir cuando los azulgranas tienen a un rival de peso en frente, los locales comenzaron mostrando todas y cada una de las armas con las que cuentan. El ambiente en el Palau contagió a los jugadores, que mostraron una entrega pocas veces vista en ellos tan pronto en el partido.

Y es que el Barça empezó como un tiro. Con el Fenerbahçe muy cerrado dentro, los locales disfrutaban de buenas oportunidades de tiro en el exterior. Unas oportunidades que aprovecharon durante todo el primer cuarto.

A base de triples, los locales construyeron una pequeña ventaja de ocho puntos a mediados del primer cuarto que les sirvió tanto para jugar con algo más de calma, como para mostrar a sus rivales todo el potencial y obligarlos a defender con fuerza en el exterior.

Los turcos subieron la intensidad de su defensa exterior, algo de lo que pudo aprovecharse Séraphin, anotanto nueve puntos en toda la primera mitad. Sin embargo, el segundo cuarto cambió ligeramente el rumbo del partido. Pressey aportó frescura desde el banquillo, así como su característica intensidad y capacidad penetradora.

Fue entonces cuando el Barça disfrutó de las mejores ocasiones de tiro, y cuando más falló. Algunos de los hombres altos azulgranas fallaron tiros que cualquier otro día hubiesen entrado. A raíz de eso, los locales entraron en una situación de atasco descomunal.

Un atasco que los turcos aprovecharon para remontar el partido y ponerse en cabeza. Un magnífico parcial de 10-0 para el Fenerbahçe les permitió ponerse tres puntos por delante en el marcador (31-34) gracias a aprovechar la pobre producción ofensiva de los de Sito Alonso.

Poco a poco, el Barça volvió a ponerse en situación y fueron capaces de cerrar el cuarto con sensaciones algo más positivas, remontando hasta situarse a un solo punto de los turcos. Sin embargo, no fueron capaces de salvar un segundo cuarto en el que terminaron con tan solo diez puntos.

Colapso total

Con tan solo un punto de diferencia entre ambos equipos al término de la primera mitad, Barça y Fenerbahçe se encontraban con 20 minutos de pura lucha por delante. El Palau alentaba a los suyos y se preparaba para lo que debía ser un golpe encima de la mesa por parte del equipo.

La segunda mitad comenzó como la mayoría esperaban. Ambos equipos intentaron continuar mostrando su juego, algo que consiguieron en grados bastante diferentes. Los primeros cinco minutos del tercer cuarto fueron una exhibición defensiva, con ambos conjuntos negados en ataque e incapaces de sacar nada de valor bajo la canasta rival.

Fue de esta forma como se llegó al 45-45 al ecuador del tercer periodo. El partido seguía abierto, pero no continuaría así durante demasiado tiempo. Los turcos se pusieron manos a la obra y dijeron basta. Un gran esfuerzo colectivo por parte de los visitantes en ambos lados de la pista fue lo que mató, definitivamente, al Barça.

Fenerbahçe continuó aplicando una gran defesa sobre los locales, incluso más asfixiante de lo que lo había sido hasta el momento. A su vez, comenzaron a subir el ritmo en ataque, con transiciones mortales que el Barcelona era incapaz de defender.

¿El resultado? Un parcial de 19-6 a favor de los turcos que les colocó 51-64 y les permitió sellar el partido de manera psicológica. Mientras el Barça estaba sufriendo de manera descomunal para anotar, los visitantes no hacían más que poner el balón dentro de la canasta local.

Sito Alonso intentó revolucionar al equipo en el último periodo, con la entrada de Pressey y el cambio de estilo de juego. El base lo intentó, y aportó un nivel de juego óptimo. Sus cambios de ritmo y penetraciones fueron de lo mejor que disfrutó el equipo en la segunda mitad, pero el panorama no cambió lo suficiente.

El Barça realizó un buen empujón al inicio del último periodo y, gracias a un parcial de 10-4, los locales pudieron colocarse a siete puntos (61-68). Más cerca que nunca se encontraban los locales de remontar un partido que, por sensaciones, estaba perdido desde hacía rato.

Con casi seis minutos para el final, aún había opciones. Unas opciones que se encargaron de volver a destruir los turcos. Esta vez fue un cambio de ritmo en ataque lo que provocó una buena racha para Fenerbahçe. Un gran Nunnally lideró a su equipo en ataque al anotar seis puntos de lo que acabó siendo un parcial de 15-7 para los turcos.

El Barcelona fue incapaz de contener las acometidas del rival y acabó siendo sometido por un marcador de 68-83. Pese a comenzar el partido con la intensidad necesaria, los azulgranas no pudieron sobreponerse a la defensa de Fenerbahçe, la cual se mostró realmente asfixiante.

Los de Sito Alonso caen, de nuevo, y se colocan con un balance de cuatro victorias y siete derrotas, mientras los turcos continúan en el top-3 gracias a sus ocho victorias. La semana que viene, el Barcelona pondrá rumbo a Madrid para disputar otro clásico, esta ocasión en el escenario europeo.