Nadie quería aceptarlo. Y sin embargo, desde que hace ya días surgieron los rumores sobre el interés de Valencia en Sergi García, el final era previsible. Un club de Euroliga es hoy por hoy una oportunidad irrechazable para el jugador: el poderío económico y deportivo no tiene parangón con el resto. Es otra liga, nunca mejor dicho.

Se podrá estar o no de acuerdo con la normativa imperante en ACB de poder fichar en el transcurso de la temporada a jugadores de otros clubes y permitir inscribirlos. Pero ahí se acaba el debate. La labor de Basket Zaragoza, como la de otros pocos clubes que apuestan por la cantera en estos lares (Estudiantes, Joventut...) ha sido impecable. Desde el scouting hasta las numerosas oportunidades brindadas hasta encajar en el primer equipo. Como este medio recogía en pretemporada, esta forma de concebir equipos desde la base  supone un esfuerzo pocas veces reconocido, pero que garantiza la supervivencia de los proyectos que no disponen de un presupuesto competitivo para fichar.

Qué duda cabe que la apuesta es todo un acierto de la directiva levantina. La reciente internacionalidad del jugador es sólo una muestra de que a sus 20 años lo mejor está por venir. Mucha suerte, Sergi.

Gracias Zaragoza

"Me vienen ahora muchas cosas a la memoria, pero sobretodo una: de pequeño, de muy pequeño, ya  decía que mi sueño era ser jugador de baloncesto y recuerdo que mis padres me decían que, como cualquier otra cosa en la vida, tendría que luchar mucho para eso, que sería muy duro, que conllevaría muchos sacrificios y renunciar a otras tantas cosas. He tenido que salir de mi entorno, de mi familia, de mis amigos, sacrificar muchas cosas, sufrir con todos los temores que eso supone para cualquier chaval para perseguir su sueño.

Ahora y mirando hacia atrás y recordando, parece que fue ayer cuando llegaba a Basket Zaragoza procedente del Centro de Tecnificación en Baleares acabada  la temporada cadete, y me ofrecían un nuevo reto personal y deportivo  apasionante. Sin  darme cuenta ya han pasado casi seis temporadas. En ellas no he parado de crecer y mejorar en un club y una ciudad que me ha tratado como en casa, pasando de ser uno de los jugadores más jóvenes en debutar en el primer equipo a ser convocado para estrenarme con la selección española. 

Además, quiero agradecer que Zaragoza apoye tanto a la cantera del basket español, pues seguirá sacando a otros tantos chavales que persiguen su sueño. No puedo evitar mirar al pasado y al presente y ver a todas aquellas personas que me han ayudado en todas las facetas, incluso algunas que ya nos están con nosotros, pero sí en mi sueño, en mi cabeza para siempre. 

Para mí no es fácil escribir esta carta. El camino ha estado y está lleno de obstáculos, sacrificios y renuncias. Recuerdo que no hace mucho ya tuve que hacerlo en mi casa y no creía que ahora, siendo todavía tan joven, tuviera que hacerlo otra vez con quienes serán parte de mi familia, de mi sueño para siempre.

Ahora toca cerrar esta maravillosa etapa ante una oportunidad que no podía desaprovechar. Atrás dejo una cantidad de recuerdos imborrables con compañeros, entrenadores y la 'marea roja' que ha hecho sentirme en el Príncipe Felipe como en casa. Gracias, muchas gracias. Solo puedo decir que este es el mejor club y la mejor ciudad en la que he podido formarme como jugador y como persona. 

Gracias por ayudarme a conseguir mi sueño, gracias de verdad, sois parte de él. Esto no es un adiós, quizá un hasta luego; nunca sabemos qué nos deparará el futuro.

Aúpa Tecnyconta Zaragoza siempre y nos vemos en las canchas".