Los que no siguen con asiduidad la temporada del equipo rojillo, pueden haber construido una idea equivocada del técnico de Getxo tras la rueda de prensa en Badalona. La contundencia y vehemencia con la que se expresó no deberían ocultar el buen hacer de Jota en el escaso tiempo que lleva a orillas del Ebro ni el cúmulo de circunstancias que han acontecido alrededor del club maño recientemente.

Cualquier tiempo pasado fue mejor

Porque las noticias se acumulan en las últimas semanas en Tecnyconta Zaragoza. Buenas y menos buenas. Hace apenas unas semanas el equipo parecía vivir su mejor momento de juego en temporadas. Tras una racha de cuatro victorias consecutivas, el equipo mostraba un juego rápido, vistoso y espectacular por momentos. La afición comenzaba a especular con la remota posibilidad de que tras varios años ausente, el club pudiese optar a una plaza para la fase final de la Copa del Rey. La convocatoria de Scariolo para la primera de las ventanas FIBA incluía en la lista definitiva a los rojillos Sergi García y Álex Suárez (aunque finalmente éste último no sería de la partida por lesión).   

Y desde entonces, una borrasca de malas noticias parece haberse establecido sobre Tecnyconta. Tras la derrota en Fuenlabrada -en un partido muy igualado y donde sólo el desacierto en los tiros libres condenaba a los de Jota Cuspinera-, llegaba el primer contratiempo. Sergi García se lesionaba y se confirmaba su ausencia para recibir al FCB Lassa en Zaragoza. El mallorquín se estaba convirtiendo en un jugador vital a ambos lados de la cancha. Y ante los de Sito Alonso se le echó de menos, sobre todo en defensa.

Pero dicen que las desgracias nunca vienen solas… Apenas unos días después el mismo protagonista ponía fin a su relación con el club aragonés después de que Valencia Basket abonase su cláusula de rescisión. El base no volvería a jugar para los de Zaragoza, y ante Unicaja quedaba como único playmaker del primer equipo un Tomás Bellas que jugaría sin  haberse recuperado de un proceso gripal que ya le había condicionado su rendimiento ante los azulgrana. La buena nueva era que aparecía en escena Carlos Alocén, un canterano de 16 años que la pasada temporada se convertía en el jugador más joven en debutar en ACB con Basket Zaragoza, con 15 años y 10 meses. Y demostraba en estos dos encuentros que tiene condiciones para hacer cosas importantes al máximo nivel. Pero no ahora… con buen criterio, el equipo técnico consideraba que excesivas responsabilidades a estas alturas pueden ser contraproducentes.

La maquinaria aragonesa se ponía en marcha para buscar en el mercado un jugador que completase el roster. Salva Guardia conseguía atar en apenas unos días a un Lester McCalebb que apostaba por un club modesto para ponerse en forma y recuperar su prestigio como uno de los mejores jugadores del viejo continente. La ilusión volvía a asomarse de refilón al proyecto, aún a sabiendas de que costará semanas ver a Bo a un nivel que le permita marcar diferencias.

Poco dura la alegría en casa del modesto

El capítulo final de esta mini-serie se vivió el pasado sábado ante Divina Seguros Joventut. Tras una primera mitad donde Tecnyconta llegó a situarse 14 puntos arriba con un Gary Neal sobresaliente, el equipo sufrió un atasco ante la intensa defensa que Ocampo asignó a Ventura sobre el escolta norteamericano. Jota Cuspinera reclamaba a los árbitros que se estaban pasando por alto faltas personales en el ataque aragonés, y es que en el tercer cuarto a la Peña le sancionaban sólo dos faltas personales pese a la asfixiante defensa diseñada por su técnico… Las dos técnicas señaladas sobre Cuspinera y la posterior sobre Neal ponían la puntilla a los visitantes en un momento clave del encuentro.

Las declaraciones posteriores en la rueda de prensa, son de sobra conocidas. Los científicos probablemente diagnosticarían que un volumen ingente de cortisol generado por una situación de estrés como la vivida, ocasionó ese monumental enfado. Más si tenemos en cuenta que ha habido diferencias de criterio previas con el mismo colegiado en temporadas anteriores. Porque lo que en el fondo demandaba era una oportunidad de dialogar y valorar las jugadas a las que hacía referencia. Una oportunidad que no se le dio en el parquet, mientras muchos otros técnicos con un histrionismo notable apenas reciben sanciones y sí que reciben explicaciones ante esos requerimientos.

Y ahora, ¿qué?

Pese a que el club se ha posicionado claramente respaldando las palabras de su entrenador, hace apenas unas horas, el técnico pedía públicamente en su blog disculpas a José Antonio Martín Bertrán, sus compañeros de profesión y sobre todo a sus seres queridos. Queda conocer la resolución del Juez Único de la ACB sobre las declaraciones, así como los pasos posteriores a seguir por el club.

Pero en adelante, también los medios y aficionados tendrán la oportunidad de juzgar si como decía Jota el domingo, ante quejas similares de otros compañeros suyos el criterio arbitral será el mismo…

Tiempo al tiempo.