Sobrepasado el primer tercio de la competición, los equipos comienzan a hacer cuentas de sus opciones para viajar a Gran Canaria en febrero. Cierto que a gallegos y madrileños les separan tres victorias, pero los números pueden ser engañosos. Y es que un triunfo colegial el sábado, más uno hipotético en el encuentro aplazado de los colegiales ante Divina Seguros Joventut (correspondiente a la jornada 1 y programado para el próximo 4 de enero), metería a los de Salva Maldonado en la pomada. Ambos partidos se juegan en el WiZink Center, por lo que la proyección no es descabellada.

Los mimbres

Para llevar a buen término este reto, Sylven Landesberg es, sin duda, su principal baluarte. El máximo anotador de la Liga Endesa (19 puntos por encuentro), sigue mostrando jornada a jornada la variedad de recursos que atesora. Si bien en sus cinco años en Maccabi su rol principal fue el de tirador exterior, en Estudiantes se está destapando como un hábil penetrador, capaz de jugar al poste o de optimizar el uno contra uno. Este sábado tendrá una nueva oportunidad de demostrarlo, más teniendo en cuenta la baja confirmada de Nik Caner-Medley.

Un destacado veterano vital para los locales es Omar Cook, que con siete asistencias por encuentro lidera también la ACB en este apartado. El de Brooklyn es el auténtico generador de juego estudiantil, buscando siempre al compañero mejor colocado para finalizar la jugada y resolviendo él mismo cuando es necesario con notable efectividad. Por dentro, sorprende la aportación de dos jugadores jóvenes y ya internacionales con sus selecciones. Alec Brown (campeón este verano de la FIBA Americup con EEUU), es un center atípico desde sus 216 cms. Recurre más al tiro exterior que a tratar de sacar rédito a su envergadura cerca del aro. Pese a ello, en defensa sí consigue intimidar y puntear los tiros rivales, aunque su capacidad reboteadora no pasa de ser discreta. La gran revelación es Edgar Vicedo, un jugador que hace de todo y todo lo hace bien. Tira con eficacia desde cualquier distancia, rebotea, defiende… en apenas 20 minutos por partido promedia una valoración de 10 que debe llevarle a mejorar su importancia en el roster estudiantil y competir minutos a hombres como Suton o el mencionado Caner-Medley.

Como muestra, un botón

Monbus Obradoiro llega en sus alforjas con una derrota ante Real Madrid en Santiago que debería haber generado en sus hombres más confianza que muchas derrotas (pese a que la racha de los santiagueses es de tres partidos perdidos de forma consecutiva). Y es que el encuentro ante el líder (mermado por las lesiones, pero con un fondo de armario que muchos quisieran para construir su quinteto inicial) sirvió para ver la riqueza de alternativas de las que dispone Moncho Fernández.

Con un Pustovyi frenado en su producción por Tavares y Matt Thomas apareciendo menos de lo habitual. Dieron un paso al frente jugadores de la segunda unidad como Simons (21 puntos con 7 de 10 en triples) o Bendzius (18 puntos con 6 de 9 desde el 6.75). Incluso un recién llegado como el británico Spires (formado en las categorías inferiores del FC Barcelona Lassa) se destapó en apenas 10 minutos de juego con 12 puntos y la sensación de poder ser un hombre importante desde el banquillo. Los nacionales Pozas, Llovet, Sabat y Navarro completan una rotación profunda y solvente que pusieron contra las cuerdas a los hombres de Pablo Laso en un partido que al descanso parecía sentenciado con 15 puntos de ventaja para los blancos.

El factor cancha aporta un dato curioso, y es que los gallegos nunca han vencido a Estudiantes a domicilio. Hasta ocho derrotas han encajado en otras tantas visitas a los colegiales (siete en ACB y una en Liga Nacional en la temporada 82-83). Último partido del año para ambos conjuntos y muchos motivos para pensar que será un duelo intenso e igualado.

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