El dos veces MVP de la NBA, Stephen Curry, volvió a dominar como lo hacía en el par de temporadas donde fue imparable para todas las defensas de la liga. Ante la ausencia de Durant del partido contra los Los Angeles Clippers y el bajo acierto de Klay Thompson, el hijo de Dell Curry tomó todo el peso del ataque del equipo dirigido por Steve Kerr. Si Thompson no gozó de un acierto impresionante desde el triple, Stephen sí lo hizo.

En tres cuartos de juego, Curry anotó 45 puntos. Volvió a anotar un 50% de acierto desde el triple, incluso, se atrevía de nuevo a pararse en la línea de tres durante los contraataques para lanzar a canasta y sumar la tripleta de puntos. El resultado final del encuentro fue de 125 a 101—la ventaja llegó a ser de treinta puntos—para los visitantes, los cuales no contaron con su base estrella en el último cuarto (Kerr aprovecha cualquier oportunidad para hacer descansar a sus principales jugadores por su historial de lesiones). Las estadísticas finales del primer MVP unánime de la historia de la NBA fueron 45 puntos gracias a ocho triples anotados de dieciséis y un total de once tiros de campo acertados de veintiuno. Además, lanzó desde la personal dieciséis veces y anotó en quince de ellas. A sus cifras anotadoras le añadió tres robos.

Desde su vuelta de la lesión de tobillo, promedia 36 puntos por partido, con un 59,2 por ciento de acierto en tiro y en concreto, un 53,2% en tiros de tres puntos. Para Steve Kerr: “Está en racha—añade el entrenador—quizás le haya venido bien el descanso. Está haciendo un juego increíble”. Los Warriors, con este, han ganado cuatro choques consecutivos y tras la derrota de los Houston Rockets contra los Pistons, son más líderes de la Conferencia Oeste.