La leyenda de los Los Angeles Lakers, Kobe Bryant, ha pedido a los aficionados de la franquicia angelina que esperen porque el futuro de la franquicia parece brillante y no hay que ser impaciente: “Tienen un futuro brillante. Sólo hay que ser pacientes. —afirma el exjugador en el 'Show de Jimmy Kimmel'—Lo último que quieres en estos momentos es romper un equipo y ver como dentro de cuatro o cinco años están triunfando en algún otro lugar”. Kobe tiene la sensación de que los aficionados pueden verse influenciados por el mal inicio del equipo—tienen el peor récord de la Conferencia Oeste y el segundo peor de la Liga, por delante de los Atlanta Hawks—y les ha pedido que no empiecen a exigir el traspaso de algunos jugadores.

Bryant lamentó el traspaso de D’Angelo Russell en un primer momento (tuvo que abandonar la franquicia para así liberarse del terrible contrato de Timofey Mozgov). Sin embargo, a la postre, la posibilidad de elegir en la vigesimoséptima posición del Draft de este año le permitió a los Manager Generales elegir al robo del Draft.

Está claro que Lonzo Ball y Kyle Kuzma son las dos piezas claves del proyecto. Kobe reconoció que habla regularmente con el último y con Julius Randle, con el que coincidió como jugador. Pese a ello, en estos primeros meses de la temporada, sí hubo rumores de un posible traspaso del ala-pívot. Dallas fue su destino rumoreado, el intercambio de jugadores hubiera incluido a Nerlens Noel.

Kobe Bryant también hizo públicas sus opiniones sobre el presidente de los Lakers, Magic Johnson, y el GM, Rob Pelinka, con el que comparte una larga historia (fue su agente). Durante algunos de los episodios más oscuros de la vida del medallista olímpico, como el caso de asalto sexual de 2003, Palinka estuvo a su lado. En otras ocasiones, Bryant ya afirmó que no ve al actual gerente general de los angelinos como un compañero de negocios, sino como un amigo. En cuanto a Magic dijo: “He copiado tanto de él, que sin él mi juego no sería lo mismo”.