Toronto ha tenido a lo largo de su historia grandes nombres, como Vince Carter, Tracy McGrady o Chris Bosh. Sin embargo, en la actualidad sus referentes son DeMar DeRozan y Kyle Lowry, los cuales han sido capaces de volver a elevar una franquicia que estuvo muchos años a la sombra en la Conferencia Este. 

Lowry pasó por los Memphis Grizzlies y Houston Rockets antes de recalar en Toronto, donde se ha asentado y parece que ha encontrado su sitio. Por otra parte, DeRozan es uno de esos jugadores, ya caso extintos, denominados one club men. Es decir, durante toda su carrera como profesional solo ha pertenecido a los Toronto Raptors, no sabe lo que es jugar en otro equipo. 

Kyle Lowry aterrizó en los Raptors en el año 2012 a cambio de Gary Forbes y un pick de Houston. La relación de hermanos que mantienen ambos hoy en día no fue la que mantenían cuando el base llegó a Toronto. Según ha reconocido DeRozan, "en el primer año no nos dijimos nada el uno al otro. No hablamos, no tuvimos una conversación, no fuimos a comer, no tenía siquiera su número de teléfono”.

A pesar de tener una relanción tensa en el comienzo de su relación, ambos fueron acercándose el uno al otro al comienzo de la segunda temporada, forjándose una relación muy fuerte. DeMar siempre ha sido un jugador fiel a su franquicia, rechazando múltiples ofertas que ha tenido de otros equipos.

Sin embargo, su relación con Lowry es tan fuerte que, cuando hubo rumores de traspaso sobre el base en la temporada 2013-2014, el escolta aseguró que también se marcharía si su amigo era traspasado. “Si te traspasan, yo también voy a pedir el traspaso“, cuenta DeRozan que le dijo a Lowry. “Durante toda la temporada, la ventaja con la que jugábamos era increíble, lo hacía divertido. Fue un momento realmente bueno para nosotros, luchando contra toda la adversidad”, concluyó el jugador franquicia de los Raptors.