El Real Madrid es el club de baloncesto más exitoso de la historia de Europa. Pocos equipos le hacen sombra. Sus nueve Euroligas demuestran que ha sido, es y seguirá siendo, muy probablemente, uno de los equipos punteros del continente. Pocos equipos han sido capaces de plantar cara a los blancos, pero desde luego, si alguien lo ha hecho en los últimos años, con permiso del Fenerbahce y el CSKA, es el Khimki de Moscú. El Madrid visita este viernes a las 18:00 (hora peninsular) a un conjunto que jamás se lo ha puesto fácil. Muestra de esto es el partido de la primera vuelta, y es que los moscovitas superaron a los blancos en un encuentro frustrante para los merengues (80-86). El choque fue igualado durante los cuarenta minutos, pero finalmente, la diferencia al descanso, aunque mínima, fue definitiva. En aquel dos de noviembre, Anthony Randolph y Gustavo Ayón fueron de la partida. Hoy en día, los blancos están mucho más rodados y su defensa se ha convertido en una verdadera baza.

El último partido contra el Maccabi confirmó que los jugadores están más unidos que nunca. El último cuarto fue una exhibición de juego coral y una defensa asfixiante. Las rachas anotadoras de jugadores como Carroll, Doncic, Thompkins y Rudy deciden partidos. Cuando uno descansa más, otro decide el partido. Los estadounidenses son letales desde la línea de tres, y Doncic y Rudy tienen una comprensión del juego muy por encima de la media. El papel de los secundarios también ha sido esencial para conseguir la racha de cinco victorias consecutivas—desde que se ganara ‘El Clásico’—. Yusta, Tavares, Taylor y Maciulis en las últimas fechas están llevando a cabo un papel vital en defensa. El canterano les ha complicado la tarea a los anotadores rivales (como Landesberg). ‘Edy’ Tavares empieza a aportar en todos los lados de la cancha. Viene de uno de sus dos mejores partidos con la camiseta blanca, puesto que contra los israelitas consiguió diez puntos, doce rebotes y tres tapones. A la excelsa defensa de Taylor se le ha unido un mejorado acierto desde el triple, lo cual le convierte en un jugador muy valioso. El lituano se está adaptando a la posición de ‘cuatro’ y mejora poco a poco sus prestaciones.

Tres nombres destacan en la plantilla del Khimki de Moscú: Alexey Shved, Thomas Robinson y James Anderson. El primero es una amenaza constante, da recitales cuando le apetece y suele ser noche tras noche. Promedia casi 22 puntos por partido y cuatro asistencias y media por encuentro. Aunque en términos de acierto, no tuvo su mejor choque contra el Madrid en la primera vuelta, anotó veinte puntos por lo que sigue siendo el jugador que más peligro tiene de toda la plantilla rusa. Robinson, quien ha jugado en una gran cantidad de franquicias NBA (Kings, Rockets, Blazers, Sixers, Nets y Lakers) es realmente atlético por lo que podría provocar problemas a la defensa interior blanca. Anderson ha bajado su rendimiento en los últimos partidos, pero ya el año pasado en Darussafaka se vio como un jugador que puede decidir un partido. Por otra parte, Malcolm Thomas viene de un gran partido en la victoria contra el Brose Baskets y será un emparejamiento duro para Tavares.

Algunas curiosidades del partido son que Campazzo consiguió su récord personal de robos en un partido en el encuentro de noviembre con cuatro, y que la última vez que los dos equipos se enfrentaron en Rusia, el ahora lesionado, Ayón, fue MVP de la Jornada por sus 24 puntos y trece rebotes. Desde 2009, los dos equipos se han enfrentado en nueve ocasiones, teniendo los rusos más victorias que los españoles (5-4). El Real Madrid va cuarto en la clasificación (10-6) y el Khimki es séptimo (9-7). Si los locales ganaran, tendrían el mismo récord.