Los últimos días para realizar traspasos se acercan y con ellos las franquicias de la NBA comienzan a definir las plantillas con las que cerrarán la temporada. Algunos equipos buscan reconstruir, otros entrar a playoffs, unos pocos agregar algún jugador que les ayude a ser contendientes y por últimos los candidatos al anillo que mucha ficha no moverán.

Dentro del tercer grupo podemos encontrar a los San Antonio Spurs. La franquicia que tiene en el banquillo a Gregg Popovich hace más de dos décadas se enfrenta a una temporada bisagra para su futuro. Pese a la baja de Kawhi Leonard, que jugó solamente nueve partidos en la campaña, el equipo texano se encuentra en los primeros puestos de la Conferencia Oeste, aunque lejos del juego coral que mostraron en 2014 e incluso de la versión del año pasado, dónde las lesiones les impidieron enfrentarse en condiciones normales a los Warriors.

Lo cierto es que solo la presencia de Popovich en el banco y los restos de la filosofía spur hace que consideremos a los Spurs candidatos a algo más que Semifinales de Conferencia. Por el bajón de rendimiento y sobre todo por la poca compensación de la plantilla en ciertos puestos parece imperioso que San Antonio agregue algún jugador que le dé un plus. Cerca estuvieron Chris Paul, Kyrie Irving y Dwayne Wade en el verano, pero ahora es otro cantar.

Una zona despoblada

Las posiciones exteriores, con Parker, Mills y Murray en la base y Green, Ginóbili, Brandon Paul y Forbes como escoltas parecen más que cubiertas, pero no así las demás posiciones. Con Leonard y Gay lesionados, solo quedan Kyle Anderson, LaMarcus Aldridge y Davis Bertans para cubrir los puestos de 3-4, mientras que Pau Gasol y Joffrey Lauvergne serán los pívots siempre que no muevan ficha.

Andrew Bogut era el primer nombre que sonaba mientras que tampoco habría que descartar algún veterano cortado por franquicias que tankearán, como Orlando o Sacramento. Con la plantilla completa, habría que sacrificar a Brandon Paul (máximo candidato por edad, rendimiento y contrato) ya que un trade parece poco probable en los despachos dirigidos por RC Buford.

Un equipo pasivo en el mercado

Eso es tan así que según datos recogidos en Basketball Reference, los Spurs han hecho solo ocho traspasos en los últimos seis años y medio, muchos de ellos que no involucraban a jugadores o rondas importantes. Si ese es un dato que no da esperanzas sobre movimientos, vale decir también que el último trade en el cual San Antonio estuvo implicado ocurrió en julio de 2016, el cual le dio salida a Boris Diaw a Utah junto a una segunda ronda a cambio de los derechos de Oliver Hanlan, un canadiense cercano a cumplir los 25 años que actualmente juega en los Austin Spurs de la G-League.

Considerando los hechos, parece poco probable que los Spurs modifiquen su plantilla de cara al trade deadline y aún menos probable que se enrolen en un traspaso, pese a las necesidades que tiene la plantilla de obtener jerarquía para seguir compitiendo. Aunque con Popovich en el banco y tal como dijo DeMar DeRozan antes de su último enfrentamiento contra los Spurs, "Con Pop y la manera en que organiza y pone a jóvenes a jugar, podía poner cinco de ustedes (por los periodistas) ahí fuera y entrenarlos para algún tipo de victoria".