El partido acababa en Washington y en torno al minuto 7 del último cuarto, en una penetración a canasta de Barea, cae ante su entrada Kelly Oubre y ante esto los árbitros deciden pitar una falta en ataque de Dallas Mavericks.

Tras esta decisión de los árbitros Barea y Wall se enzarzaban en un choque dialéctico, o como le gusta llamar a los americanos “Trash Talking”, pues parece que el que comienza a hablar es el base de los Wizards, y lo que dice a Barea parece que a este último no le gustó demasiado.

Pero el verdadero choque llegaría cuando a los dos jugadores les tocó el turno de hablar con los medios, siendo Wall el primero en hablar sobre la polémica y de paso avivarla.

Cuando fue preguntado por lo que había pasado el respondío: “Solo un pequeño enano tratando de enfadarse. No le hago caso”

Lo cierto es que después le tocaría el turno a Barea que lejos de querer cerrar el tema quiso dar su opinión.

“Ahora tengo un chico en la NBA que no me gusta, es el primero. Pero no me gusta para nada ahora. Pero no creo que sus compañeros les guste tampoco, por lo tanto no es nada nuevo para mí.”

El comentario de Barea parece ser bastante acertado, pues el propio Wall, en aquel capítulo donde regaló relojes a sus compañeros, admitió haber tenido problemas de química con su compañero Bradley Beal. También después de ese evento, la prensa americana se hacía eco de una quedada del equipo que no terminó demasiado bien.

“Está tratando de ser un tipo duro cuando no lo es” sentenciaba Barea en sus declaraciones sobre John Wall.

En cuanto a los temas más puramente baloncestísticos, los Wizards de Wall perdieron en casa ese partido contra los Mavericks de Barea por una diferencia bastante alta, concretamente de 98-75.